Hace apenas unas semanas ha tomado posesión de su cargo como presidente de la Comunidad Israelita de Melilla. Con una historia que ha avanzado de manera paralela a la propia de Melilla, Jaime Azancot analizó en el programa de COPE ‘El Anzuelo’ los pormenores de una comunidad que, manteniendo intactas sus costumbres, ha logrado granjearse el respeto de la sociedad.

Tras la reinauguración del Liceo Sefardí ¿qué perspectiva de futuro existe para este centro?

Hemos ampliado líneas, pero nuestra intención es que podamos también incluir la Secundaria. Hoy en día, el Liceo Sefardí está abierto gracias al apoyo de la familia Melul, tanto de David Melul como de sus hijos y de su viuda cuando él falleció. Siguieron apoyando este proyecto y gracias al importante donativo que nos cedió es hoy en día una realidad. David Melul era familia de Yamin Benarroch y ambos hicieron bastante no sólo por los judíos, sino por toda la ciudad.

¿Cómo explicaría en qué consiste la festividad del Pèsaj en la que ahora está inmersa la comunidad judía?

Es una de las fiestas más importantes. Supone la liberación de la esclavitud de Egipto y la creación de un pueblo. Durante muchos siglos fuimos esclavos en Egipto para que nos forjáramos y pudiésemos salir como un pueblo unido. Una de las lecciones más importantes con la salida de Egipto es que Dios creó el mundo y que lo controla.

¿Quién fue el primer judío que llegó a Melilla y en qué fecha?

Fue a lo largo del siglo XIX. La Comunidad Israelita en Melilla tiene más de cien años de vida, pero ya años antes existían hebreos en la ciudad que comerciaban con el Ejército. De hecho, en Melilla la Vieja existe un cementerio pequeño y muy antiguo que tiene cerca de 150 años. Hubo un momento en que el 20 por ciento de la población era judía, aunque la crisis económica de los 50 obligó a que muchas personas, sin que lo deseasen, tuviesen que emigrar a Caracas e Israel, puntos y zonas clave donde hay miles de personas procedentes de Melilla.

¿Cuántas personas conforman en la ciudad la Comunidad Israelita?

La fecha exacta la desconozco porque en la Biblia existe una prohibición de contar a la gente. Después también de lo que sucedió con el nazismo, tenemos una pequeña aversión a tener datos de nosotros. Sabemos que, aproximadamente, tenemos unos 250 socios y calculando una media de cuatro personas por familia, entiendo que seremos del orden de mil los judíos que vivimos en Melilla.

¿Inciden mucho en la formación religiosa?

No existe religión judía en los centros públicos y eso fue lo que impulsó a algunos miembros de la comunidad a exigir que se construyese un centro privado para que los niños tuviesen esa educación religiosa. No hay duda de que todo el ideario del Liceo Sefardí entra en la filosofía judía.