Emilia llegó a Madrid para unos días y lleva ya años. Dejó atrás su Rumanía natal para iniciar una nueva vida en Lozoya del Valle, trabajando de cocinera en un restaurante de asados, y le ha ido mejor de lo que esperaba.

Cuando el propietario del local decidió traspasarlo, vio la oportunidad con la que soñaba desde hacía tiempo y no dudó en hacerse cargo del establecimiento: gestionó los trámitescon la ayuda del Centro de Desarrollo de Iniciativas Empresariales MITA ONG, resolvió todo el papeleo burocrático sin grandes problemas y el negocio está funcionando.

Como ella, 211.260 extranjeros más realizan una actividad por cuenta propia en España, según datos de febrero. Los inmigrantes autónomos representan el 6,47% de los más de tres millones de trabajadores por cuenta propia, y, aunque su volumen había crecido incesantemente en los últimos tres años, desde julio hemos asistido a una cierta
desaceleración.

Hasta marzo se han destruido 12.895 empleos en ese colectivo, y los ciudadanos chinos son los únicos que no pierden afiliación.

Convencidas de que el autoempleo es la mejor salida a la crisis, cuatro asociacionesde inmigrantes han creado la Federación Nacional de Asociaciones de Profesionales y Trabajadores Autónomos (Fepain), que nace integrada en UPTA y busca orientar a los emprendedores extranjeros ayudándoles a conseguir financiación y promoviendo recursos para la adaptación y el reconocimiento de sus competencias profesionales.

“La homologación de títulos es uno de los principales obstáculos de los inmigrantes cualificados”, indica el secretario general de UPTA, Sebastián Reyna.
Trámites administrativos

¿Cuáles son los pasos a seguir para poner en marcha un negocio? La analista empresarial de MITA ONG, Leticia Chamorro,
explica que el primer requisito consiste en haber trabajado legalmente en España durante al menos un año.

A continuación, el inmigrante debe solicitar el alta previa en Hacienda para obtener un NIF provisional, y después tiene que pedir el cambio del permiso de trabajo por cuenta ajena al que permita ejercer por cuenta propia.

Para ello, es preciso adjuntar varios documentos: fotocopia del pasaporte, del DNI y del informe de vida laboral; un plan de empresa; la certificación de UPTA sobre la viabilidad del negocio; la acreditación de los fondos necesarios para su puesta en marcha y un contrato de alquiler del local, en caso de que la actividad lo requiera.

Una vez presentada la instancia en la Unidad de Extranjeros del Ministerio de Administraciones Públicas, la respuesta suele llegar en dos meses.

En caso afirmativo, el inmigrante puede darse de alta en el RETA y comenzar su actividad. Sin riesgo no hay gloria, recuerda el dicho castizo.