Blancos de ojos azules

ABC, EDURNE URIARTE, 06-04-2009

COSAS MÍAS

Una declaración racista del presidente brasileño Lula Da Silva ha pasado completamente desapercibida en los medios españoles. Y apenas unas líneas en alguna prensa anglosajona. Por esa curiosa convención social según la cual el racismo contra los blancos no es racismo.

Afirmó Lula en una reunión internacional de hace unos días que «la crisis fue causada por el comportamiento irracional de los hombres blancos de ojos azules que antes de la crisis pretendían saberlo todo y ahora demuestran que no saben nada». Hagamos el fácil ejercicio de transformar los hombres blancos en hombres negros de ojos oscuros y lo que nos parezca, por ejemplo, que la pobreza se concentra allí donde los gestores son hombres negros de ojos oscuros, y saquemos la obvia conclusión. El escándalo internacional sobre el racismo, sobre todo si quien lo dice es el presidente de una poderosa nación.

Pero nos rige la extendida idea, cultivada con entusiasmo por los propios activistas antirracistas, de que la atribución de inferioridad o de caracteres perversos a un grupo humano por el color de su piel sólo es racismo si se refiere al grupo discriminado o en inferioridad de condiciones. Y se aplica igualmente a hombres y mujeres. Se le caerá el pelo a quien generalice sobre las maldades de las mujeres, pero será felicitado quien lo haga sobre las maldades de los hombres.

De ahí que la audiencia de Lula da Silva, compuesta en buena medida por hombres blancos de ojos azules, se quedara encantada con lo que les correspondía. Y de ahí que unos racismos sean sustituidos por otros porque su autentica sustancia nunca se cuestiona realmente.

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