CIUDADANOS .La Societat Econòmica Barcelonesa d´Amics del País reconoce con un galardón la labor en pro de la cohesión social del centro Braval

Premio a la integración

La Vanguardia, LUIS BENVENUTY - Barcelona , 30-03-2009

La Societat Econòmica Barcelonesa d´Amics del País reconocerá hoy en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona el trabajo del centro de apoyo socioeducativo Braval en pro de la integración y la cohesión social. Un año más, la sociedad nacida en 1822 y hoy presidida por Miquel Roca se mantiene así fiel a su compromiso con el progreso y la cultura catalana.

Durante la última década los hoy galardonados con el premio Pelfort i Xinxó han venido trabajando en el multiétnico Raval para que sean la cultura del país y sus principales valores los nexos que unan a la gran diversidad de nouvinguts en un sentimiento colectivo. Para que los recién llegados asuman Catalunya como su nueva tierra, realmente deseen contribuir a su desarrollo y no la vean sólo como un mecanismo de promoción personal. Y todo desde el respeto a la diferencia, pero sobre todo desde la búsqueda del encuentro, el fútbol sala, el baloncesto y las excursiones.

Aquí se cuentan más de 130 chavales, principalmente adolescentes, 30 nacionalidades, incluida la española, una decena de religiones, cinco equipos de baloncesto y otros tantos de fútbol sala, todos ellos muy multicoloridos.

Josep Masabeu, director de Braval, explica que el centro está abierto a todos los críos del barrio, sean de donde sean. Todos son seducidos con el deporte, las ligas del Consell Escolar, los brillantes equipos y las colonias de verano y Semana Santa. “Luego hacemos que vengan también a hacer los deberes de la escuela. Porque participar en el sistema educativo, aprender catalán, castellano y nuestras costumbres, es esencial para la integración – cuenta el pedagogo-,y si no estudian y faltan a clase acaban chupando banquillo. Pretendemos que salgan adelante, que triunfen en los estudios y luego entren de un modo competitivo en el mercado laboral al tiempo que asimilan nuestra cultura. Les apoyamos en cada paso”.

Cerca de 50 voluntarios hacen posible esta labor. Los chavales proceden de familias desbordadas. El padre de uno de ellos trabaja toda la noche, y la madre todo el día. Aquí no se hace tanto un trabajo de corrección como de prevención.

Filipinos y dominicanos se decantan por el baloncesto, españoles y sudamericanos por el futbito, pakistaníes, europeos del este y marroquíes no tienen preferencias… “no son para nada homogéneos, los inmigrantes son muy diferentes entre sí, a pesar de que muchas veces tendamos a verlos como si todos fueran iguales. Tratamos de enfatizar sus valores comunes: el espíritu de trabajo, la importancia de la amistad, la solidaridad… y aglutinarlos en nuestra cultura. Por ello los llevamos de excursión al Consistorio, la cabalgata de Reyes Magos, al Parlament, la carrera de El Corte Inglés… para que conozcan nuestras instituciones y hábitos, sepan cómo funciona la democracia, cómo surgen nuestras leyes y costumbres, y las respeten e interioricen”. Porque el respeto a la diversidad tiene sus límites.

“Es muy difícil cambiar la mentalidad del inmigrante que llegó con 30 años de edad, pero sus hijos aún están construyendo su personalidad. A veces esta sociedad tiene demasiada prisa cuando habla de integración. Es un proceso de lustros. La primera generación de inmigrantes está en tierra de nadie. Pero no nos podemos permitir que la segunda no eche raíces. Su desarraigo es el origen de la quema de coches y la fractura social”.

Quince muchachos del Braval acaban de terminar la ESO. Seis ya han llegado a la universidad, uno de ellos terminará este año la carrera de ingeniería informática. Mientras que alrededor de 35 están trabajando con contratos indefinidos.

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