La Delegación del Gobierno ha dictado la expulsión de más de 13.000 inmigrantes durante los dos últimos años por estar residiendo ilegalmente en la Comunidad Valenciana: 6.070 en 2007 y otros 7.332 el año pasado.

De este modo, el 15,7 por ciento de las repatriaciones ordenadas el año pasado se efectuaron desde la Comunidad, ya que el número total de inmigrantes expulsados en toda España fue de 46.426, según los datos facilitados por el Ministerio de Interior.

En cambio, la Delegación del Gobierno ha eludido informar a ABC del número de detenciones llevadas a cabo el año pasado en aplicación de la Ley de Extranjería.

En la Comunidad Valenciana residen actualmente 847.000 ciudadanos extranjeros, según las estimaciones de la Administración autonómica. Aunque el mapa de la inmigración es muy diverso. Tan sólo en la Vega Baja de Alicante los extranjeros suponen el 15,41por ciento de la población y el 30,6 por ciento de los alumnos escolarizados. En seis años, el número de propietarios extranjeros de viviendas ha pasado de 6.040 a 42.455 en la comarca, según un reciente estudio de la Conselleria de Inmigración.

Pero las cifras se disparan en municipios como Rojales (donde la población extranjera alcanza el 47,3 por ciento), San Fulgencio (43,1 por ciento) o San Miguel de Salinas (35,1 por ciento).

Los residentes europeos son mayoritarios en Algorfa (suponen el 97,7 por ciento de la población extranjera), Daya Vieja (96,3%), Benijófar (95.1%) o San Fulgencio (95%). En cambio, predominan los inmigrantes africanos en Callosa del Segura (el 45,6% de los residentes extranjeros), Granja de Rocamora (43,6%), Rafal (57,8%) o en Cox (27,6%).