El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, dio ayer marcha atrás en su decisión de recortar en un 30% (desde los 200 millones de euros de 2008 hasta 141 millones) el presupuesto destinado a la integración de los inmigrantes. Ante el Congreso de los Diputados, anunció que el Gobierno “está estudiando alternativas para que en el plazo más breve posible ese fondo sea repuesto al origen”.

La debilidad del Ejecutivo en el Parlamento parece tener mucho que ver con la rectificación del ministro. Así se lo insinuó a Corbacho el portavoz de ERC, Joan Tardà: “[Rectificar] sería un acto de inteligencia, sobre todo cuando uno anda un poco renqueante de apoyos”.

El recorte del fondo afectaba a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos, que reciben ese dinero para reforzar sus políticas sociales. Pero su reposición plantea otro problema al Gobierno: de dónde recortar los 70 millones de euros que le ha ordenado ahorrar a Trabajo en este ejercicio.