La Comunitat de Sant Egidi alerta de un aumento de los 'sin techo'

El Periodico, ROSA MARI SANZ / CRISTINA GARDE, 26-03-2009

Durante los últimos seis meses los voluntarios de la Comunitat de Sant Egidi que reparten bocadillos, mantas y bebidas entre los sin techo que duermen en portales, plazas y estaciones de Barcelona, principalmente en el área de Ciutat Vella, están detectando un considerable aumento del número de personas que pernoctan al raso. No es el caso de situaciones de pobreza crónica y de difícil retorno, explican, sino que se trata en buena parte de ciudadanos a los que la crisis ha abocado a esta situación tras perder precarios empleos o no poder seguir afrontando pagos al percibir pensiones por debajo del umbral de la pobreza.
Lo aseguró ayer la coordinadora del grupo católico, Raquel Sancho, quien reclamó especialmente un aumento de plazas para dormir y más servicios de duchas “para que aquellos que están empezando a estar en la calle no empeoren”.
Semanalmente esta entidad, que trabaja en la capital catalana desde 1989, contacta con unos 300 sin techo, “entre un 40 y un 50% más que hace medio año”, cifró Sancho, y más de la mitad de las nuevas personas detectadas son inmigrantes que han perdido un empleo o que se dedican a recoger papel y metal, “cuyos precios están bajando el 80 y el 50%”, respectivamente.

CADA VEZ MÁS INMIGRANTES
Uno de los problemas añadidos que se encuentra este último colectivo es el del rechazo. “Se están creando situaciones de intolerancia y malestar con muchos pobres, especialmente extranjeros que se agrupan en estaciones”, continuó. “No hemos de complicar la vida a los que ya la tienen complicada”, reivindicó.
Y una de las posibles salidas a esta situación es la de un aumento de plazas de acogida nocturna, de las que en la ciudad solo hay 240 a las que se puede acceder directamente. El resto, hasta las 740 camas públicas o concertadas con asociaciones, se reservan a personas que llegan derivadas por los servicios sociales o se encuentran formando parte de itinerarios de inclusión social. Por ello, Sancho reclamó más equipamientos, así como servicios de ducha con mayor capacidad, ya que en los 10 puntos de Barcelona donde una persona puede entrar gratis a asearse solo se asumen en las épocas más frías a 200 personas al día, una cifra que se rebaja entre los meses de marzo y noviembre a las 137.

LIMOSNA
Una necesidad que asumió el segundo teniente de alcalde, Ricard Gomà, quien explicó que los profesionales de calle del ayuntamiento también están detectando una mayor presencia de personas que piden limosna en la calle, seguramente para poder mantener el techo en el que todavía se resguardan. “Hay que redoblar esfuerzos y acelerar el despliegue de recursos”, aseguró el concejal, quien hizo una llamada a las administraciones “para que el peso no recaiga solo en los ayuntamientos” y alentó a las entidades a continuar trabajando en red y “no hacer esfuerzos aislados”.

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