EL PERISCOPIO | MANUEL ALCÁNTARA

EL CENSO ÉTNICO

- Hay virtudes, como la muy ponderada de la solidaridad, que menguan en los malos tiempos

Diario de Navarra, OPINION@DIARIODENAVARRA.ES, 26-03-2009

P RIMERO fueron útiles, después fueron necesarios y por último se hicieron imprescindibles. Hablo de los emigrantes que ahora estorban. El presidente francés, Nicolás Sarkozy, que tiene tiempo para todo, proyecta un original empadronamiento que no excluye detalles como el color de la epidermis y el lugar de origen.
Su intención confesada es averiguar si en época de crisis “son eficaces las políticas contra la discriminación”, pero se sospecha que lo que de verdad quiere es despedirlos a la francesa.

Hay virtudes, como la muy ponderada de la solidaridad, que menguan en los malos tiempos. Sucede que hay oficios que en las épocas de bonanza económica no quieren desempeñar los nativos. Se limitan a reconocer que todos son nobles, por muy humilde que sea el trabajo, ya que los oficios no se miden por su brillantez, sino por su provecho y conveniencia. Está claro que la recesión, entre otras desgracias, nos hace peores a todos. Empiezan las huelgas, proliferan las manifestaciones y se cabrean los adormilados sindicatos. En España todo eso está al caer, coincidiendo con la caída del empleo.

Por el momento, estamos hablando de otra caída, la del Yak. El entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, aceleró los trámites para celebrar los solemnes funerales. De la investigación interna de la catástrofe se encargó José Bono, con lo que si bien no está dicho todo, sí está dicho bastante.

Ahora se le imputa al general Navarro un delito de falsificación de documento oficial por la errónea identificación de 30 víctimas. Quizá los que mueren lejos de su patria y los que obligan a regresar a la suya para morirse de hambre tengan la misma nacionalidad.

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