SAN JOSÉ.— Cuando los jugadores de cualquier equipo mexicano de futbol saltan a algún terreno de juego en Costa Rica, una escandalosa muchedumbre empieza a emular el grito de tribus aborígenes estadounidenses, difundido en famosas películas de Hollywood sobre indios y vaqueros de Estados Unidos.

En tono de burla, un repetido “uh uh uh uh uh uh uh” emerge entrecortado con el choque de la palma de la mano contra el ruido de la boca abierta y retumba en la tribuna, en una muestra de desprecio a los “indios mexicanos” de “blancos” costarricenses. ¿Podría sufrir Costa Rica algún castigo de la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) o de la Concacaf, por las prácticas de racismo en sus estadios?

Las más recientes víctimas han sido jugadores negros costarricenses. Pero durante muchos años, y en un ejemplo de odio en la vieja rivalidad futbolística entre Costa Rica y México, los “ticos” apelaron al “uh uh uh”, en un intento por denigrar a los mexicanos por su origen indígena y demostrar que son distintos. El grito indígena surge también contra equipos de El Salvador, Honduras y Guatemala, pues entre muchos costarricenses hay un sentimiento de superioridad sobre sus vecinos centroamericanos, por varias causas.

Así, negros e indígenas están en la mira de algunos (o muchos) “ticos blancos” en los estadios de futbol, aunque los reglamentos de la FIFA establecen sanciones monetarias y de otra índole, como pérdida de puntos, por las prácticas racistas.

“Es imposible que uno pueda controlar a 20 mil personas”, adujo Joseph Ramírez, secretario general de la Federación Costarricense de Futbol, al preguntársele acerca del grito indígena. En la eliminatoria del Mundial de Sudáfrica 2010, Costa Rica jugará el próximo sábado contra México en el Azteca y los mexicanos visitarán San José en septiembre de este año.

Ramírez alegó, sin dar detalles, que a los jugadores costarricenses también se les insulta desde las graderías del Estadio Azteca y otros escenarios mexicanos. “No voy a repetir lo que se les dice ni a crear aquí una polémica con México”, aclaró.

El defensor costarricense Reynaldo Parks, ex seleccionado y quien militó en el futbol mexicano, confirmó que, como negro, sufrió humillaciones y recibió insultos durante su estadía en México.

En medio de sonidos de monos aulladores o congos, el defensor Try Bennet, del Brujas FC, fue llamado “negro esclavo” por seguidores del Club Sport Cartaginés, en un reciente partido de la Primera División de Costa Rica. El árbitro, Rafael Vega, amagó con suspender el juego, mientras exaltadas barras vociferaban y llamaban “negro bastardo” a Jewisson, hermano de Try y jugador de otro equipo de categoría mayor.

“El racismo es manifestación de ignorancia”, dijo Epsy Campbell, precandidata del opositor Partido Acción Ciudadana a la Presidencia de Costa Rica y quien, en su doble condición de mujer negra, sabe que “hay distintas manifestaciones de discriminación en el país, en focos pequeños”.

En declaraciones para este diario, Campbell argumentó: “El que quiera burlarse del otro por su raza, se denigra a sí mismo”.

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