NUEVO LAREDO, Tamps.— Autoridades de México y Estados Unidos se reunieron ayer para analizar un plan piloto que la Patrulla Fronteriza pretende poner en práctica en la riberas del río Bravo, encaminado a eliminar la maleza con un herbicida experimental y evitar que ahí se escondan migrantes, pero el proyecto se detuvo ante la falta de un programa de impacto ambiental. Éste será elaborado por EU, con el fin de analizarlo y determinar si sería nocivo para la salud humana.

Jesús Luévano, secretario de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) en México, y Ramón Antonio Sampayo Ortiz, delegado estatal de la Semarnat, —ambos representantes de la delegación mexicana — mencionaron que esa reunión binacional se dio para discutir el problema generado por la potencial aplicación de un herbicida para erradicar el carrizo en la margen izquierda del río Bravo.

“La parte mexicana presentó sus preocupaciones por el impacto que la aplicación de este herbicida pudiera tener en la salud de los habitantes de Nuevo Laredo, y en el medio ambiente”, expresó Luévano.

En ese marco, la Semarnat y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), enfatizaron esa preocupación por el impacto ecológico que sufriría México al ser aplicado este método de eliminación del carrizo en las riberas del río Bravo.

La delegación mexicana solicitó a su contraparte la presentación de un estudio sobre el posibles impacto transfronterizo de parte de EU, con la finalidad de asegurar que no haya efectos negativos en el territorio mexicano, en caso de que se aplique el herbicida Imazapyr.

El funcionario de la CILA dijo que la parte mexicana está de acuerdo en retirar el carrizo del río Bravo, pues es una planta que consume mucha agua, pero señaló que está de acuerdo en los métodos para eliminarlo.

Una vez que se tenga elaborado y analizado el documento de impacto ambiental transfronterizo, se llegará a una conclusión, por lo que se acordó por ambas partes que no se tomará ninguna acción hasta que se cuente con el documento, por lo que el proyecto fue detenido.

En la reunión estuvieron presentes autoridades ambientales federales, estatales y municipales de los dos países, así como miembros de la Patrulla Fronteriza, Aduanas y Protección Fronteriza, consulados, y los representantes de la CILA de ambos lados de la frontera.

La plática fue a puerta cerrada y no se permitió el ingreso de los medios de comunicación, por lo que después de varias horas de haber iniciado, se convocó a conferencia de prensa, pero con la ausencia de los funcionarios de Estados Unidos, quienes se negaron a dar entrevistas y se fueron.

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