La afiliación de extranjeros cae cinco veces más que la media del país

El País, R. B., 25-03-2009

La economía valenciana absorbió en los años de bonanza mucha mano de obra inmigrante. Ahora, sin embargo, la crisis golpea claramente y con dureza a este colectivo. Las afiliaciones de extranjeros a la Seguridad Social en la Comunidad Valenciana, de hecho, retrocedieron un 9% en 2008, porcentaje cinco veces superior al registrado en el conjunto del país, según el último informe del sociólogo Carlos Gómez Gil, director del Observatorio Permanente de la Inmigración de la Universidad de Alicante. El año pasado la Comunidad Valenciana perdió 35.000 permisos de trabajo de extranjeros. El análisis menciona especialmente la mala evolución registrada en la provincia de Castellón, donde Gómez Gil considera que “se habría producido un auténtico descalabro” al perder en solo 12 meses una cuarta parte de todos los extranjeros afiliados el régimen general. Menos afiliados y más paro. La provincia duplicó la cifra de parados extranjeros en apenas 12 meses. “Contrariamente a lo que se cree, es en Castellón donde la crisis económica y el frenazo de la construcción están siendo más devastadores”, asegura.

El balance evidencia también que la agricultura, uno de los sectores que tradicionalmente ha sido puerta de entrada para el trabajo inmigrante, se convierte ahora en refugio tras el parón de la construcción y la complicada situación de la industria y los servicios. El sector agrario fue el único que incrementó el año pasado sus afiliados inmigrantes en las tres provincias valencianas, aunque fue Castellón la que encabezó este crecimiento y acumuló un 54% de las altas tanto de ciudadanos comunitarios como de países terceros. En cualquier caso, estos crecimientos no compensan ni de lejos el desplome de afiliaciones sufrido en los otros sectores económicos, insiste Gómez Gil.

El documento repasa también la evolución del desempleo. Gómez Gil defiende que la crisis económica ha acelerado la destrucción de empleo “de una forma muy particular sobre los inmigrantes”. Una tendencia que arrancó en 2007, asegura, pero “que ha explotado en 2008 de forma muy rápida y acelerada”. El paro entre inmigrantes creció un 97% en un año (por encima de la media nacional) y se disparó, por ejemplo, un 152% en la construcción, casi 17 puntos más que en el conjunto de España. En el resto de sectores el paro creció también con claridad, aunque por debajo de la media nacional.

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