El comisario del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) Luis Gómez González fue detenido a las tres de la tarde de ayer en las inmediaciones de su domicilio de Cerdanyola (Vallès Occidental). La magistrada Elisabet Castelló ordenó a los Mossos d’Esquadra su arresto, acusado de formar parte de una presunta trama de corrupción en la que varios mandos policiales de Barcelona habrían cobrado dinero por parte de los responsables de los prostíbulos Riviera y Saratoga de Castelldefels (Baix Llobregat). Gómez, que ayer durmió en un calabozo de la comisaría de los Mossos en Sants, está acusado de los delitos de cohecho (soborno) y revelación de secretos. A primera hora de hoy pasará a disposición judicial.
Incómodo por las informaciones que en los últimos días se publicaban en relación a la investigación contra la presunta trama de corrupción policial que afectaba a su época como responsable en Barcelona de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental (Ucrif), el comisario se presentó el jueves en los juzgados de Barcelona. Pretendía hablar con la magistrada Castelló, pero no le recibió.

COINCIDENCIA CON OTERO
Tras su paso por la Ucrif – – donde coincidió con el exinspector jefe Andrés Otero, en prisión preventiva desde la semana pasada – – , el comisario Gómez fue destinado a la Jefatura Superior de la Via Laietana, desde donde coordinaba todas las comisarías locales de Catalunya. Un cargo de responsabilidad dentro del CNP en Catalunya.
En el último año, los Mossos d’Esquadra, dirigidos por dos fiscales anticorrupción y tutelados por la magistrada Castelló, han investigado a varios mandos – – en activo y fuera de servicio – – del CNP y a los responsables del Saratoga y el Riviera, tras tener indicios de que los funcionarios policiales toleraban y permitían desde sus responsabilidades en la Ucrif la explotación sexual de mujeres en situación irregular. Un trato de favor y tráfico de información que, presuntamente, realizaban a cambio de dinero o regalos.
El de Gómez fue el primero de los nombres que aparecieron cuando los Mossos empezaron a investigar la trama. De hecho, el departamento de Asuntos Internos del CNP realizó varias investigaciones centradas en acusaciones que se cursaron contra el comisario, pero que acabaron archivadas.
Una de las más sonadas estaba vinculada con la mafia china. Durante su estancia en la Ucrif, y cuando la unidad había realizado varias investigaciones complicadas relacionadas con irregularidades de esa comunidad, el comisario viajó durante varias semanas por China acompañado de su mujer y de un amigo. Alguien le acusó de que el viaje era un regalo envenenado para desviar la atención de algunas investigaciones. Pero Gómez presentó facturas de sus tarjetas de crédito conforme había abonado los gastos con su dinero.
Todos los imputados – – policías y responsables de los clubs – – que en las últimas dos semanas han desfilado por el juzgado número 33 de Barcelona han sido preguntados por su relación con el comisario Gómez.

DECLARACIÓN EN LA FISCALÍA
Las acusaciones más graves contra el detenido se sustentan en la declaración voluntaria que hace ya un año realizó en la fiscalía el inspector José Javier Martín Pujal. En su día, los responsables del Saratoga denunciaron a este inspector por intentar sobornarles. El policía fue detenido, pero quedó en libertad y regresó al trabajo. En su círculo personal advirtió de que asumiría la responsabilidad que le correspondía pero que, como se dice coloquialmente, tiraría de la manta.
Y esto es lo que hizo. En su extensa declaración acusó a los mandos del cuerpo policial que han ido pasando por el juzgado en los últimos días. Previamente, los Mossos d’Esquadra se habían encargado de investigarlos.