sin fronteras

Diario de noticias de Alava, 24-03-2009

una y otra vez, la palabra vuelve a los labios de María Rosario Saravia. Comunicación, comunicación, comunicación… Es el mantra, el objetivo del trabajo audiovisual de las piezas que componen la decimoquinta muestra de Cine y Cooperación de Mugarik Gabe, reflejo del noveno Festival Internacional de Cine y Vídeo de los Pueblos Indígenas. No se trata de dramatizar, de establecer narraciones. La vida se cuenta más allá del objetivo. Porque la vida se cuenta sola.

María Rosario vive en Tacoma, en el departamento boliviano de Pando. En su acento se refleja su origen. También sus palabras dibujan el paisaje. Habla de las madereras, que se alían con gobernantes para esquilmar las tierras. A veces entran, talan y ni siquiera se llevan los troncos, que se pudren con el paso del tiempo. La imagen resume varias temáticas que muestran los trabajos audiovisuales con sello indígena: inquietud medioambiental, denuncia especuladora, lucha por un territorio propio…

Hasta el viernes, los cines Guridi ofrecen su pantalla a estas realidades. Proyecciones y ponencias se dan la mano en la calle San Prudencio con ecos de El Salvador, India, Brasil, México, Colombia, Namibia, Chile, Ecuador, Guatemala. Con ecos que no se pierden en el horizonte, sino que tratan de comunicar.

María Rosario, secretaria de comunicación de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia, da fe de ello. Entre las diferentes comunidades, las piezas permiten “que se pueda informar de lo que ha ido pasando en la asamblea constituyente; trabajar estos materiales es muy importante, porque pueden identificarse, porque pueden hacer reflexionar a todos los ciudadanos bolivianos”, apunta.

Entre proyección y proyección – 17.30 y 22.30 horas – , las ponencias – 20.00 horas – permiten a diversos protagonistas de estas iniciativas compartir su labor con el público. En la cita de hoy, por ejemplo, Hortensia Hidalgo, indígena aymara, hablará del papel de la mujer en estas comunidades, mientras que las piezas audiovisuales, repetidas en ambas sesiones, serán Itziki Tshiij (Bolivia), Corpo a corpo (Brasil), Tejuan uan inxolalmej kampa tinemij (México), Testigos de un etnocidio (Colombia) y Far away future (Namibia, Países Bajos), que recorrerán realidades que van desde las minas antipersona hasta la situación de los yanomami.

Las piezas tienen la virtud de la veracidad. La cámara extrae la realidad misma y la vuelca en estos documentales. “Se busca en lo real, en las vivencias; es algo coherente”, continúa María Rosario, que cree que estas sencillas producciones pueden también llevar por el mundo su identidad, mostrando “la vivencia, la cultura, las costumbres de los pueblos indígenas”.

No sólo en los Guridi se centraliza la actividad de la muestra. Los alumnos del Instituto Mendizabala recibirán mañana a algunos de los protagonistas del ciclo. El jueves, a las 11.00 horas, la colombiana Aida Petrona, de la Organización Indígena de Antioquia, compartirá su experiencia a través de un vídeo – forum, el mismo formato que viajará el viernes hasta la Escuela de Artes y Oficios.

Insertadas en las proyecciones, a lo largo de todas las jornadas también podrán verse las piezas que concursan en el segundo Concurso Internacional de Spots Sociales, que optan a un premio de mil euros con temáticas que van desde la interculturalidad y los derechos humanos hasta el desarrollo sostenible o la globalización neoliberal.

Comunidades invisibles, mitos fundacionales, procesos demográficos, conflictos bélicos, tradiciones ancestrales, presiones interesadas, explotación campesina, luchas identitarias… Son algunas de las temáticas que abordan los trabajos, donde todo el espectro generacional – desde niños hasta ancianos – tiene derecho a la palabra. A la palabra hecha imagen, que viaja dentro de las propias comunidades y al resto del mundo. Esta semana, se sumergirá en el espectador vasco. El bono sólo cuesta 20 euros. No es ninguna frontera insalvable.

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