MARÍA-PAZ LÓPEZ – Roma. Corresponsal
Alianza Nacional, el partido derechista italiano heredero del posfascismo, se disolvió ayer para fusionarse dentro de una semana con Forza Italia, la formación política del primer ministro, Silvio Berlusconi, y alumbrar así un gran partido único del centroderecha, Pueblo de la Libertad (PdL). Con esa etiqueta-contenedor ganó Berlusconi las elecciones generales de abril del 2008; y su socio y fundador de Alianza Nacional (AN), Gianfranco Fini, se convirtió en presidente de la Cámara de Diputados. Y con un centroderecha unificado, Berlusconi y los suyos aspiran a afianzar aún más su fiel electorado y a arrebatar votantes al tercer partido de corte conservador, su ex aliado democristiano UDC.

Para AN – que desde su fundación en 1995 ha realizado una trabajosa tarea purificadora para deshacerse de sus raíces más oscuras y alcanzar la respetabilidad de la derecha democrática-,su último congreso ha oscilado entre la nostalgia y el pragmatismo. Su evolución en estos catorce años les convence, porque les ha llevado al Gobierno y a conquistar la alcaldía de Roma, desde abril del 2008 en manos de Gianni Alemanno. “Hoy, Alianza Nacional deja de existir, y ve el día Pueblo de la Libertad, pero nuestro amor por el pueblo italiano continúa”, dijo Fini, visiblemente emocionado, ante 1.800 delegados en un palacete de la Feria de Roma.

Consciente del peso de Berlusconi en el nuevo partido, Fini quiso reivindicar cierta autonomía. “El PdL tiene un líder, y es Berlusconi, es evidente, pero incluso Berlusconi sabe que un liderazgo fuerte y reconocido no puede convertirse en ningún caso en un culto a la personalidad”, afirmó.

Fini, de 57 años, empezó con Berlusconi su carrera hacia la cumbre. En 1994 había dicho que “Mussolini ha sido el mayor estadista del siglo”, y ese mismo año se alió con il Cavaliere,y ganaron las elecciones. Su partido era el posfascista Movimiento Social Italiano (MSI), y había sido fundado en 1946 por gentes de la República de Saló, el régimen títere de Benito Mussolini, creado por los nazis en el norte de Italia después de que el armisticio con los aliados hiciera caer el fascismo.

Fini se percató pronto de que con semejante herencia no irían a ninguna parte, así que en 1995 lanzó la llamada svolta di Fiuggi (giro de Fiuggi). En esa ciudad Fini disolvió el MSI y creó Alianza Nacional. El nuevo partido hizo una condena “explícita, definitiva y sin apelación” del antisemitismo, pero el ala dura no lo resistió y creó un minipartido, que aún existe. Hace dos años una escisión de AN dio lugar al partido de extrema derecha La Destra.

Tanto Fini como AN han cambiado en catorce años. En el 2002 Fini se retractó de su elogio a Mussolini y ordenó que se retiraran sus bustos de todas las sedes del partido. En el 2003 dijo en Jerusalén que “el fascismo es el mal absoluto”, frase que marcó el giro definitivo. Últimamente, Fini ha alertado de que no se debe asociar inmigración a delincuencia, con gran gozo de la oposición.