Castellón triplica la bajada de afiliados extranjeros en España tras perder 8.500 cotizantes en un año

El cónsul de Rumanía afirma que la mala situación económica lleva ahora a muchos inmigrantes a retornar al país

Las Provincias, L. ORTEGA, 23-03-2009

El mercado laboral que está afectando con dureza a Castellón se está cebando aún más con el colectivo extranjero que reside en la provincia. Los datos de desempleo son todavía más altos que entre los residentes nacionales y la caída de afiliados extranjeros a la Seguridad Social supone el doble que entre los castellonenses. Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo, en la provincia existían 30.790 afiliados extranjeros al finalizar el mes de octubre. Hace justo un año la cifra alcanzaba las 39.306, por lo que en todo este periodo han dejado de cotizar a las arcas estatales más de 8.500 personas del colectivo inmigrante. Una bajada tan alta que supone un descenso de casi el 22%.

En el resto del territorio nacional, el número de afiliados extranjeros a la Seguridad Social disminuyó un 9,5% y situó la cifra de cotizantes en 1.872.951. Es decir, el descenso que se ha registrado en Castellón casi triplica la media nacional. Pero no sólo eso, si en España la caída de cotizantes extranjeros viene dándose desde hace siete meses, en la provincia de Castellón hay que remontarse hasta muy atrás.

Fue en noviembre del año 2007 cuando la afiliación registró su cota más alta, con un total de 40.956 personas. A partir de entonces, el dato ha caído progresivamente hasta perder afiliados extranjeros a pasos agigantados. Con respecto al mes de enero, por ejemplo, más de 1.300 inmigrantes dejaron de cotizar. En total, Castellón lleva quince meses de descenso tal y como reflejan los datos publicados por el Ministerio de Trabajo.

Por lo que respecta al ámbito autonómico, la afiliación media de trabajadores extranjeros a la Seguridad Social se situó en 205.814 cotizantes en febrero en la Comunitat, lo que supone un decrecimiento interanual del 14,68%.

Tras conocer estos datos, el conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, reclamó al Gobierno la puesta en marcha “inminente” de medidas específicas para combatir el paro entre la población inmigrante “con el fin de evitar el aumento de la inmigración irregular por la falta de un contrato de trabajo”.

Los datos de desempleo también están están cebándose con los extranjeros residentes en la provincia. Según los últimos datos, al finalizar febrero existían más de 13.500 parados frente a los 5.500 del pasado año. Lo peor llega cuando muchos de ellos pierden su prestación por desempleo debido a que llevan poco tiempo cotizando y les corresponde menos meses de prestación. Otros ni siquiera pueden optar a ello al haber trabajado como autónomos.


Mala situación económica

En Castellón son más de 8.500 los extranjeros en paro que no perciben ayudas. Esta cifra es más alta que el número de inmigrantes que se han quedado sin trabajo en el último año.

Ante esta situación, muchos de ellos están optando por volverse a sus países de origen donde al menos tienen a sus familias y pueden ‘salir del paso’. Así lo explica el cónsul de Rumanía en Castellón, Liviu Popa, quien destacó que fue “a partir del verano cuando se empezó a hablar de un posible retorno”.

A ello contribuyó la celebración en la capital de La Plana de una feria de empleo de empresas de Rumanía para captar la mano de obra que necesitan para la construcción entre aquellos que emigraron a Castellón y que se han labrado una buena experiencia en el sector. Paradójicamente, es este sector el que más gente ha despedido en la provincia y en el que trabajaban la mayor parte de los hombres rumanos.

Esta feria llegó, no obstante, en una época en la que el desempleo todavía no había comenzado a despuntar. Además, los bajos salarios de Rumanía no calaron entre los asistentes al certamen de empleo.

Ahora la coyuntura es peor. “La situación desde diciembre y, sobre todo, al comenzar este año ha cambiado un poco y están comenzando a regresar por motivos económicos y por su mala situación en España”, apuntó Liviu Popa, quien destaca que, además, ahora es casi imposible encontrar un trabajo en Castellón, con lo que las salidas son pocas.

Popa explicó que ha sido en los últimos dos meses cuando se han acercado más personas hasta el consulado, abierto en la capital de La Plana hace un año, para informarse de cómo está el mercado laboral en Rumanía y para saber qué deben hacer si deciden retornar. No obstante, “no tenemos una cifra exacta de las personas que acuden por este motivo ni los que han regresado”, dijo el cónsul.

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