Unas 300 personas acompañaron ayer a los familiares de Rachid Chaib y Abdesalam Mohand (los dos jóvenes hallados carbonizados en Buyafar (Cabo Chico) el pasado mes de julio), en una manifestación que partió desde Tiro Nacional, bajó por García Cabrelles y la Avenida y concluyó con una concentración frente a la Delegación del Gobierno. Todo ello, para pedir que no se olvide el caso, pues ya han pasado algo más de ocho meses desde que los jóvenes fuesen encontrados en un bosque de la localidad marroquí y no se ha detenido a los supuestos asesinos. Además, los familiares no tienen, si quiera, conocimiento de las investigaciones que hayan podido llevar a cabo las autoridades del país vecino para esclarecer los hechos.

Desde minutos antes de las 17.00 horas, decenas de personas aguardaban en la barriada de Tiro Nacional portando pancartas con lemas como ‘Las familias están condenadas, pedimos más investigación conjunta. Ministros de Justicia e Interior, no olviden este doble asesinato’ y ‘Mas investigación policial y judicial. Una solución ya’, y carteles con las fotografías de los jóvenes y frases como ‘No nos olvidéis’ y ‘Basta ya, todos estamos indignados con la falsedad publicada’.

«Pedimos que haya una investigación, porque llevamos ya más de ocho meses, casi nueve, sin resultado, alguno, ni de Marruecos ni de España y no entendemos por qué está todo tan parado. Estamos defraudados porque el caso se ha archivado a los seis meses, sin previo aviso, sin explicación», lamentaba ayer, en declaraciones a SUR, antes del inicio de la marcha, Abdesalam, el padre de Salam, quien, al tiempo, desmintió que el delegado del Gobierno en Melilla les tuviese informados. «Lo que se ha publicado que el delegado nos ha mantenido informados es mentira, a mí nunca me han informado por parte de la Delegación del Gobierno».

Desde Marruecos, la Fiscalía General del Rey se ha mostrado dispuesta a entrevistarse con los familiares de los jóvenes, según informó el diario El Faro de Melilla. El cónsul de España en Nador, Fernando Sánchez Rau, recibió hace escasos días a los familiares de los jóvenes asesinados e instruyó a una funcionaria del Consulado para que se reuniera personalmente con la Fiscalía General del Rey en Nador para interesarse por la evolución de las investigaciones que están realizando las autoridades marroquíes. «El cónsul nos pidió que le lleváramos el informe y nos prometió poner todo lo que esté en su mano para contactar con las autoridades de Marruecos y de España», explicó el padre de Salam quien pidió «más implicación» de los ministerios español y marroquí en el caso. Esta reunión, según el citado diario, se produjo el pasado 12 de marzo y, en ella, la Fiscalía explicó que no hay pruebas concretas respecto a la autoría del crimen, pero que el caso sigue abierto, por lo que aún es probable que puedan obtenerse datos básicos para esclarecer los hechos. Además, la Fiscalía del Rey se mostró dispuesta a recibir a los familiares para informarles del estado en que se encuentra la investigación.

«No nos explicamos por qué se ha parado la investigación, parece que ambos países se quieren lavar las manos y pedimos explicaciones y resultados, que no hay ninguno. Ahora nos estamos manifestando pero llegaremos hasta donde tengamos que llegar, como si es hasta Estrasburgo, porque esto no puede quedar impune, los asesinos no pueden ir por ahí alegremente y nosotros así, humillados», exclamó el familiar, quien censuró que en ocho meses no se haya dado a conocer ningún detalle de las investigaciones y tras los atentados de Casablanca Marruecos detuviesen a los supuestos culpables «en una semana».

El familiar quiso también salir al paso de las acusaciones de «hermetismo» a su familia. «Quiero dejar claro que todo lo que se ha investigado por la Guardia Civil ha sido porque nosotros hemos ayudados y hemos dado todos los datos, para que nos hablen de hermetismo. Hermetismo el que han creado ellos, tanto la Justicia, como la Delegación».

Segunda concentración

La de ayer es la segunda manifestación convocada por los familiares en menos de dos semanas, después de que ya tuviese lugar una el pasado día 5 de marzo en la vecina Nador, también para reclamar que se haga justicia y que las autoridades de la provincia marroquí no archiven el caso.

Fue el pasado 11 de julio de 2008 cuando los familiares de Salam y Rachid denunciaron en la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla la desaparición de los dos jóvenes, que tomaron un coche, propiedad del hermano de uno de ellos, para desplazarse hasta el paso fronterizo de Farhana. Allí, supuestamente, abandonaron el vehículo y cruzaron a pie hasta territorio marroquí. Pocos días después, los cadáveres de los dos melillenses fueron encontrados por un pastor en un bosque de Buyafar con el rostro carbonizado.