Los cadáveres de dos inmigrantes, ambos con antecedentes policiales, fueron encontrados durante la madrugada de ayer en un parque de la localidad madrileña de San Agustín de Guadalix. Uno de los cuerpos presentaba un profundo corte en el cuello, mientras que en el otro no se apreciaban señales de violencia, informaron fuentes de la Guardia Civil.

El hallazgo tuvo lugar sobre las 4.30 horas, cuando unos jóvenes que hacían botellón observaron a dos individuos tirados en medio del parque, próximo al río y cercano a la avenida de Madrid. Los muchachos pensaron que se trataba de dos borrachos que estaban durmiendo, tumbados cada uno al lado de un coche, un Peugeot 307 de color plata. Sin embargo, al acercarse descubrieron que uno estaba «frito en medio de un charco de sangre», según explicó uno de los jóvenes.

El grupo avisó al 112, que de inmediato trasladó al lugar a una ambulancia del SUMMA, junto a una dotación del instituto armado. Los facultativos no pudieron hacer nada más que certificar la muerte de los dos hombres.

Ajuste de cuentas

Al parecer, uno de los fallecidos era de nacionalidad magrebí, tenía 24 años y presentaba una profunda herida inciso contusa en el lado izquierdo del cuello. El segundo cadáver correspondía a un ciudadano colombiano, de 32 años, al que en un primer examen médico no le fueron encontrados signos de violencia. Poco antes de las ocho de la mañana, el juez de guardia ordenó el levantamiento de los cadáveres y su traslado hasta el Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde les sería practicada la autopsia, lo que determinará la hora de la muerte, y en el caso del ciudadano colombiano aclarará las causas de la muerte.

La Guardia Civil peinó el parque en busca de rastros que pudieran esclarecer lo ocurrido y tomó huellas dactilares y muestras biológicas en el Peugeot.

Los dos fallecidos, que no eran vecinos de la localidad, cuentan con antecedentes policiales por diversos delitos, por lo que los investigadores no descartan que pueda tratarse de un caso de ajuste de cuentas.

Según los vecinos, al caer la noche en este parque suele traficarse con drogas a pequeña escala y son frecuentes las riñas.