SOS Racismo pide más formación y apoyo a educadores de menores inmigrantes

Los problemas de algunos centros se derivan, según el miembro de SOS Racismo Peio Aierbe, de la subcontratación de su gestión, que propicia una situación de "extrema debilidad de los equipos educativos".

Deia, EFE, 14-03-2009

El miembro de SOS Racismo Peio Aierbe ha reclamado mayor formación y apoyo para los educadores que tratan con los menores extranjeros no acompañados de Gipuzkoa, ya que “no pocos” recursos de atención a estos jóvenes “no funcionan bien”.

Aierbe ha participado hoy en el VII Seminario de Educación con Inmigrantes, organizado por la Universidad del País Vasco, donde ha defendido que, pese a que las leyes son “bastante garantistas” y existen decretos que definen claramente cómo prestar la atención a los menores inmigrantes, no siempre se cumplen y, aunque algunos recursos “funcionan francamente bien”, otros no están respondiendo a su cometido.

Los problemas de algunos centros se derivan, según Aierbe, de la subcontratación de su gestión, que propicia una situación de “extrema debilidad de los equipos educativos”.

“Para afrontar estos trabajos hacen falta equipos educativos que vayan adquiriendo una formación y experiencia adecuada”, ha indicado Aierbe, quien ha denunciado que en muchos casos los educadores no disponen de la formación precisa. v En su opinión, estos menores necesitan una atención “personalizada”, de modo que los que presentan conductas problemáticas “no sean condenados por no aprovechar los recursos”, sino que deben ponerse los medios para intervenir, al igual que se hace con los menores autóctonos que tienen este tipo de comportamientos, “que son muchos más y no generan esta alarma social”.

Se ha referido a las apreciaciones incluidas en la memoria de la Fiscalía de Gipuzkoa, que ha constatado un importante incremento de los delitos cometidos por menores de origen magrebí, y ha explicado que, aunque no cuestiona esos datos, debe tenerse en cuenta “lo terrible que es” que la inmensa mayoría de esos chavales sientan siempre miradas de sospecha y sean rechazados por la sociedad.

Aierbe ha alertado de que, ante problemas que se generan en muchas ocasiones “por el funcionamiento deficitario” de los servicios de acogida, la sociedad reacciona con conductas “de exclusión” e incluso “xenófobas”.

Tras su intervención, dos educadores presentes entre el público han relatado sus propias experiencias de amenazas, insultos y agresiones con estos menores y han reprochado al ponente que se haya centrado en los derechos de los inmigrantes obviando las dificultades que generan.

En sentido contrario, personal de los centros de Idiazabal y Zaldibia han expuesto que la conflictividad es ocasional y que los programas educativos funcionan y son efectivos con este tipo de menores.

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