Bizela Mirela, de 26 años, sigue con atención las instrucciones de los dirigentes de la organización agraria COAG para no perder detalle de la finca a la que irá destinada. Sujetaba con decisión el pasaporte de Rumania. Ella forma parte del contingente de 200 temporeras extranjeras que el pasado jueves llegó a Palos de la Frontera (Huelva), tras tres días de fatigoso viaje, para trabajar en la campaña de la fresa. Bizela Mirela nunca ha recogido este fruto, aunque tiene experiencia en el campo porque el año pasado en la campaña de Lleida.

Junto a un grupo de compañeras, afirma: “Estamos nerviosas, es la primera vez que venimos aquí”. Para Robu Cerasela, de 29 años, el paisaje es ya familiar. “Éste es mi quinto año. Después vendrá mi marido”, comenta. Los hijos se quedaron en Rumanía con sus padres.

El secretario de Organización de COAG en Huelva, Eduardo Domínguez, precisó que con el contingente de unas 200 trabajadoras más que vendrá a final de mes se habrá cubierto la mano de obra. Con todo, esta organización habrá gestionado 1.000 contratos de extranjeros menos que el año pasado. La explicación vale para todas las patronales. La crisis está primando la incorporación de españoles e inmigrantes regularizados. El año pasado se contrataron en origen a 30.000 braceros. Este año, el Gobierno ha aprobado un cupo de 14.745, de los que la mayoría, 14.571 proceden de Marruecos, 40 de Senegal, cuatro de Ecuador y 130 de Ucrania. Las rumanas no son contratadas en origen porque pertenecen ya a la Unión Europea.

La cifra de trabajadores nacionales – casi todos del sector de la construcción – fluctúa en función de las contrataciones que los empresarios efectúan a diario. La Seguridad Social tiene dados de alta a unos 50.000, de los que 20.000 son extranjeros y 30.000 locales. La mano de obra nacional supondrá este año, a diferencia de otras campañas, el 60%.

La de la fresa va con retraso a causa del mal tiempo del invierno. En otras temporadas, ya se estaría al 80% de la recolección. En unos 15 días la campaña alcanzará su punto álgido. Para entonces se llegará a una cifra aproximada de 80.000 braceros entre nacionales, comunitarios y extracomunitarios (marroquíes, ucranianos y senegaleses).

Los empresarios confían en remontar las cifras. Los daños por las heladas han dado al traste con la producción en un 6%. “Llevamos un retraso de un mes, aunque ahora estamos en un buen momento de recolección y el tiempo acompaña”, explicó José Manuel Romero, presidente de la patronal fresera Freshuelva. Félix Sanz, técnico de Asaja, agregó que en las 10 primeras semanas de la temporada anterior ya se colocó en el mercado de Perpignan (Francia) 8.300 toneladas de fresas y este año se han ubicado sólo 3.600. “Ha habido una pérdida considerable en las ventas que esperamos recuperar ahora”, señaló Sanz.