Un juzgado de Massamagrell envió ayer a prisión a un aparejador y a un constructor, socios en una empresa, por explotación de inmigrantes ilegales. Los dos fueron detenidos junto a otras tres personas que quedaron en libertad.

Según fuentes del caso, los encarcelados actuaron de común acuerdo para engañar a inmigrantes ilegales a los que prometían papeles a través de la mediación de un supuesto cura portugués. Conducían personalmente a los inmigrantes a Portugal. Allí, estos abonaban 1.500 euros, y se quedaban cada uno 500 de comisión. Con ese dinero, el cura les proporcionaba una acreditación de voluntarios de la Iglesia que, les aseguraba, era la antesala de papeles legales después de una tarjeta provisional con validez de 60 días. El cura llevaba a los inmigrantes a una oficina que hacía pasar como sede de Extranjería. Los inmigrantes tenían que pagar otros 1.500 euros. Así lo han relatado los otros tres detenidos, un magrebí carnicero en Vila – real; otro magrebí propietario de una empresa de construcción y un tercero que trabajaba con los dos encarcelados. En marcha, tras la petición de prisión de fiscalía para los dos encarcelados, está una orden de búsqueda del supuesto cura portugués.