La cantidad de dólares que los emigrantes envían a Guatemala bajó 9.59 por ciento en el primer bimestre del año, comparado con enero y febrero del 2008, según datos del Banco de Guatemala (Banguat).

El ingreso de divisas por remesas familiares durante el mes recién pasado se ubicó en US$282 millones, que suman US$572.2 millones con las de enero.

Esa cifra, comparada con el primer bimestre del año pasado, implica una disminución de US$60.8 millones, ya que en el 2008 se habían recibido US$633 millones.

La caída, de 9.59 por ciento, es más profunda que la de enero último, cuando representó 7.75 por ciento.

De acuerdo con datos preliminares del Banguat, el descenso en el ingreso de divisas por remesas familiares podría ser de – 3.5 por ciento al terminar el 2009.

Según Víctor Lozano, oficial de la Organización Internacional para la Migraciones (OIM), es necesario tener por lo menos tres meses de datos de remesas para medir el verdadero impacto o tendencia del comportamiento.

Los envíos en el 2008 alcanzaron los US$4 mil 314 millones, que implicó un crecimiento del 4.5 por ciento, cifra que aunque positiva, fue menor al 14.37 por ciento del 2007 y al 20.62 por ciento del 2006.

Eduardo Velásquez, director del Centro de Estudios Urbanos y Rurales de la Universidad de San Carlos, comentó que la caída de las remesas se relaciona con la crisis económica en EE. UU., donde habita el 97 por ciento de la población que envía remesas; poco más de 1.3 millones de personas.

Durante febrero se registró más pérdidas de empleos desde 1949 en EE. UU., alcanzando la cifra récord de 651 mil puestos, lo que impulsó el índice de desempleo a 8.1 por ciento, el nivel más alto en un cuarto de siglo.

Velásquez aseguró que el impacto se observará en familias del área rural del país que dependían únicamente de ese ingreso.

Esa percepción del analista es una realidad evidenciada por Juan Carlos Quan, gerente de país de la firma de asesoría en recursos humanos Manpower, quien afirmó que “ahora hay personas jóvenes y de la tercera edad que se acercan a nosotros con la petición de un empleo, de lo que sea, porque han dejado de recibir remesas”, comentó.

Quan explicó que han advertido mayor impacto en la provincia, lo cual coincide con el estudio de la OIM que destaca que el 55.8 por ciento de la población emigra desde esas regiones.

Los departamentos de Guatemala, San Marcos, Huehuetenango y Quetzaltenango, y en menor proporción Jutiapa, Escuintla, Alta Verapaz y Chiquimula, son en donde se registra más emigración.

Wilson Romero del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar, consideró que la pobreza en el país se incrementará con la caída de las remesas.

En un reciente informe, el Banco Mundial reveló que la mitad de la reducción de la pobreza, entre el 2000 y el 2006, se debió a los envíos de remesas.

La tendencia de la caída continúa, porque al 5 de marzo recién pasado ya se advertía una caída de 9.1 por ciento, respecto del 2008.