Medio centenar de inmigrantes residentes en Valencia se concentraron ayer frente a la comisaría de Zapadores de la ciudad para exigir la «no criminalización» de la migración y para protestar por las «detenciones ilegales» y la «desaparición» de extranjeros indocumentados que «no se sabe si han sido expulsados o están en centros de internamiento».

El pasado martes, el presidente de la Asociación de Inmigrantes Rumiñahui, Edgar Constante, no descartó realizar «cada semana» una «acción» para que cesen las redadas en España y en la Comunidad Valenciana, así como una manifestación de ámbito nacional. El representante de Rumiñahui explicó que desde hace dos meses no tienen noticia de algunos inmigrantes indocumentados, sin embargo, aseguró que los familiares o amigos no se atreven a denunciar por «temor» y que «no existen pruebas» sobre esto, aunque a su juicio «se dan situaciones arbitrarias en la Policía».