Si es humano, es ilegal

ABC, IRENE LOZANO, 12-03-2009

CON CAJAS TEMPLADAS

Si es usted de los que piensa que la hospitalidad es una virtud, o le mueve a compasión un inmigrante hambriento, con su ropa mojada de océano y patera, ha de saber que sus muy humanos sentimientos pronto serán ilegales. Este Gobierno, definitivamente lepenizado, prepara cambios en la Ley de Extranjería acordes con el nuevo talante: según el anteproyecto, quienes acojan a personas en situación irregular podrán ser multados hasta con 10.000 euros.

No hace mucho, cuando nos coló la correspondiente directiva europea, Zapatero explicó que confinar a los inmigrantes en campos de concentración durante 18 meses era un acto progresista, pero como a esta gente el progreso les corre por las venas a borbotones y les rezuma por los poros, no pueden evitar darle cauce cada pocos meses con una nueva propuesta. Debemos reconocer que esta vuelta de tuerca es una faena superior. Prohibir la solidaridad más elemental no está al alcance de todo espíritu progresista. Hay que tener un alma verdaderamente sutil para comprenderlo: los inmigrantes irregulares no son delincuentes, pero como si lo fueran. Por tanto, ayudarles a sobrevivir no es complicidad en el delito, pero como si lo fuera, de ahí que se deba situar fuera de la ley a quien ose comportarse de forma tan antisocial. Volteada la lógica en un sentido más amable para la humanidad, cabe razonar de forma parecida: Zapatero no es Berlusconi, pero lo parece. Y promover este intento brutal de intimidar a los religiosos, las ONG, las redes de acogida que brindan hospitalidad a los sin papeles, no equivale a emular al neofascismo, pero como si lo fuera.

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