Absuelven a un militar de violar a una prostituta por falta de pruebas

La Audiencia Provincial considera que «las contradicciones» de la víctima,una ghanesa sin papeles, impiden determinar la culpabilidad del acusado

El Correo, M. REGO, 12-03-2009

Absuelto. El militar vitoriano de 35 años acusado de agredir sexualmente, pegar, amenazar de muerte y retener ilegalmente a una prostituta ghanesa en su vehículo en un descampado de Abetxuko es inocente. Así al menos lo considera la Audiencia Provincial de Vitoria, que acaba de hacer pública su absolución en una sentencia a la que ha tenido acceso este diario. En el juicio, celebrado hace dos semanas, la Fiscalía llegó a solicitar hasta veinte años de prisión para el supuesto agresor. Los magistrados de la Audiencia concluyen ahora que el testimonio de la denunciante «no tiene suficiente credibilidad para poder determinar con certeza qué sucedió» entre ella e I.P.M. durante la noche del 13 de agosto de 2006.

El único hecho que se ha conseguido probar es que la joven, de 25 años y sin papeles, y su cliente se encontraron aquel día en una rotonda del barrio de Arriaga, donde ella ejercía la prostitución, y se dirigieron en el coche del hombre hasta Abetxuko. Allí mantuvieron relaciones sexuales consentidas, según el imputado, mientras que la chica defendió en el juicio que lo que en realidad se produjo fue una violación vaginal y anal. Denunciante y acusado coincidieron en el recorrido realizado desde un punto hasta otro, aunque sus explicaciones sobre lo que ocurrió por el camino y al llegar al destino apenas tienen nada que ver.

La diferencia entre ambas versiones es que, en opinión de los magistrados, la de la supuesta víctima «adolece de numerosas flaquezas». Su testimonio en el juicio «fue coherente, ordenado y sin contradicciones mientras relató sin interrupciones lo que sucedió, pero incurrió en manifestaciones contradictorias cuando empezó a responder preguntas concretas», asegura el fallo judicial. La joven africana cambió, de su denuncia inicial a su comparecencia ante la Audiencia Provincial, detalles como la hora en la que contactó con el supuesto agresor, la explicación sobre la persecución o las razones por las que intentó huir de su vehículo. «Dijo que no le gustaba cómo la trataba y ahora añade que tuvo miedo porque el acusado le comentó que era policía y ella era una inmigrante sin papeles», recoge la sentencia. Sin embargo, la Audiencia reconoce que parte de estas contradicciones «cabría achacarlas a sus dificultades idiomáticas y a la necesidad de declarar con intérprete».

No encuentran el arma

Pero el tribunal ha encontrado otros aspectos que le han llevado a considerar la inocencia del acusado. La denunciante insistió en la existencia de una pistola en el coche de I.P.M. Sin embargo, el arma no fue encontrada ni en el vehículo, que estuvo custodiado durante su detención, ni en la casa del acusado, que ni siquiera cuenta con licencia de armas. La sentencia destaca también que «el lugar escogido para realizar el acto sexual no parece el idóneo para cometer una violación» por hallarse junto a un bloque de viviendas y cerca de una farola.

Los magistrados recuerdan que «la única prueba de cargo la constituye la declaración de la supuesta víctima del delito». Por ello, y ante la ausencia de otros elementos objetivos para incriminar al supuesto agresor, declaran la inocencia de I.P.M. de todos los delitos que se le imputaban.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)