Dos víctimas del ataque racista identifican a algunos acusados

ABC, JANOT GUIL | BARCELONA, 11-03-2009

En la Audiencia de Barcelona prosiguió ayer el juicio contra quince jóvenes acusados de intentar quemar la casa de unos magrebíes y apalear a uno de ellos en 2002, en Sant Vicenç de Castellet (Barcelona). La víctima, Mustapha E., relató que de madrugada un grupo de jóvenes rodeó la vivienda de sus compatriotas donde él residía y les despertaron al grito de «moros, hijos de puta» y «vamos a matar moros». La turba intentó entrar en la casa, pero él y el matrimonio que vivía allí – que debía declarar pero no compareció – lo evitaron. Los atacantes, armados con palos y en su mayoría con la cara oculta, lanzaron un cóctel molotov que impactó en la fachada, cerca de una ventana.

Al poco del pogromo, «cuando ya no había ruido en la calle», Mustapha salió de la casa al encuentro de los atacantes, «para saber qué había pasado». Cogió un palo del suelo, pero ni lo pudo usar. Se le echaron encima.

Mustapha reconoció a uno de los acusados como uno de los que estaba en el tumulto, aunque no le agredió. Otro ocupante del piso, el hijo de los moradores, Said K., dijo que reconoció a tres de los atacantes cuando llegaron, aunque no vio la posterior paliza.

Declararon testigos que sí vieron la agresión, aunque sólo uno reconoció a un acusado «y a él no le vi pegar». Otro vecino en su día oyó en su bar como un tal José decía que había «caza del moro» esa noche. Pero ayer, aquejado de esa amnesia con pinta de mecanismo de defensa que afecta a muchos en este juicio, no recordó quién lo dijo.

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