Madrid – Cuando la crisis económica se agudiza, el Gobierno pretende atajar el problema de la xenofobia en los barrios con población inmigrante y evitar la formación de guetos. Para ello, ha puesto en marcha un programa piloto en Andalucía que si logra los resultados esperados será implantado en el resto de España.
De momento, el plan se implantará en las provincias de Almería, Cádiz y Granada. Esta experiencia piloto, diseñada por el Ejecutivo central en colaboración con el Gobierno de la Junta de Andalucía, se pondrá en marcha en tres barrios de Roquetas de Mar y Almería, ocho de Granada (todos del Distrito Norte) y cuatro zonas del municipio gaditano de Algeciras.
Concentración
En estas áreas viven un total de 90.000 personas, entre ellas, un gran porcentaje de población inmigrante, con una concentración que, en algunos casos, supera el treinta por ciento.
Según explicó la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, esta experiencia, dotada con tres millones de euros, prevé la cooperación entre los consistorios, organizaciones sociales, ONG y colectivos inmigrantes.
Los objetivos del plan son prevenir conflictos entre españoles e inmigrantes, resolver las carencias de infraestructuras y acceso a servicios públicos y trazar un itinerario laboral personalizado para extranjeros. Este último aspecto es el más importante, porque, según Rumí, «la integración laboral es la primera de las integraciones».
El pasado viernes, durante la presentación del plan diseñado para la provincia de Almería, la secretaria de Estado aclaró que no se trata de un plan sólo para inmigrantes, sino «para el total de la población que reside en las zonas afectadas».
En la capital de Almería, el plan permitirá llevar a cabo un conjunto de actuaciones en los barrios de El Puche y la Fuentecita, así como en 200 viviendas de la localidad de Roquetas del Mar.
En cada una de estas zonas, se diseñará un proyecto adecuado a su realidad específica; ya que en estos barrios confluye, en palabras de Consuelo Rumí, un «fuerte componente de diversidad» que puede dar origen a «situaciones indeseables que es necesario prevenir y atajar antes de que se produzcan y se conviertan en irresolubles».
«Estamos a tiempo de actuar – explicó la secretaria de Estado de Inmigración – previniendo los problemas y, por ello, los proyectos que se van a poner en marcha están basados en un modelo de intervención social de carácter integral, en el que el diálogo intercultural y la cohesión social constituyen herramientas claves para la integración».