La demolición de pabellones abandonados en la península de Zorrozaurre continúa adelante. La Comisión Gestora, el órgano que se encarga de gestionar el proyecto de transformación de este enclave de Bilbao, anunció ayer que derribará otras siete naves en las próximas semanas para ir preparando el escenario de la que será la próxima gran expansión de la villa. En uno de los edificios industriales que serán pasto de la piqueta, el que regentaba la firma Marítima Candina, se han refugiado este invierno varias decenas de inmigrantes.

El plan prevé reducir a escombros seis naves en la margen derecha del canal de Deusto y una en la izquierda. En total se liberarán 11.400 metros cuadrados de superficie. El plazo de ejecución de los trabajos es de tres meses y el coste asciende a 100.000 euros.

La demolición de pabellones comenzó el pasado verano. Desde entonces se han echado abajo 15 inmuebles, algunos de titularidad privada y otros, pertenecientes a la Autoridad Portuaria. En conjunto se han ganado 30.000 metros cuadrados. El proyecto global de Zorrozaurre, diseñado por Zaha Hadid, prevé actuar en una parcela de terreno de 67 hectáreas. Todavía quedan dos largos años para que los trámites administrativos se completen.

En los últimos meses, el incesante goteo de empresas e industrias que se marchan de la península ha provocado que muchos de los pabellones abandonados hayan sido ocupados. En algunos de ellos se reúnen grupos de jóvenes, que organizan fiestas los fines de semana. También han proliferado las chabolas, en las que se refugian personas con escasos recursos.