valencia – La crisis económica agrava los hacinamientos en la ciudad de Valencia, donde en pisos de 90 metros conviven hasta 20 inmigrantes, según denunció ayer Cáritas del arciprestazgo «Santo Tomás de Villanueva».
La situación de hacinamiento en pisos de reducidas dimensiones se produce desde hace años pero ahora se ha agravado por la crisis. Adela Fourrat, coordinadora de la red de Apoyo al Inmigrante de dicha asociación, hizo un llamamiento a la solidaridad con este colectivo, porque se están descubriendo cada vez con mayor frecuencia casos como el del piso de 90 metros.
Estos pisos funcionan como «camas calientes», es decir, que los que residen en ellos duermen por turnos en función, en la mayoría de los casos, de sus horarios laborales, de modo que hay un flujo constante de entrada y salida de las viviendas. Pagan hasta 150 euros al mes por una habitación en estas condiciones tan precarias, y la crisis está agravando estas situaciones porque, al quedar en paro, no pueden afrontar el pago de hipotecas o alquileres y se ven abocados a recurrir a formas de vida muy precarias.
El problema del aumento del paro para los inmigrantes con y sin papeles se agravará porque los unos no podrán renovar sus permisos de residencia si no vuelven a conseguir un contrato laboral, mientras que para los otros es casi inviable conseguir un empleo.