La crisis dispara los hacinamientos de inmigrantes en viviendas de Valencia

Cáritas denuncia que los extranjeros duermen por turnos en camas por las que pagan 150 euros

Las Provincias, BEATRIZ LLEDÓ, 25-02-2009

Hasta 20 inmigrantes viviendo en casas de 90 metros cuadrados. Sin casi intimidad, obligados a compartir ruidos, horarios diferentes y tareas domésticas. Es la realidad de los pisos patera en Valencia. Cáritas advierte de que los problemas económicos derivados de la crisis están multiplicando este tipo de viviendas en la ciudad.

“Hemos detectado un aumento en el número de familias que viven en situación de hacinamiento en pisos de reducidas dimensiones en Valencia a consecuencia de la crisis económica”, aseguró Adela Fourrat, coordinadora de la red de Apoyo al Inmigrante de Cáritas arciprestal.

Aunque esta realidad se viene produciendo desde hace años, la situación económica la ha agravado. “Al quedar en paro, los inmigrantes, al igual que está sucediendo con muchos españoles, no pueden afrontar el pago de hipotecas o alquileres y se ven abocados a recurrir a formas de vida muy precarias”, relató Fourrat, que también es religiosa de la congregación Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús.


‘Camas calientes’

El resultado son decenas de inmigrantes que malviven en apenas unos metros cuadrados. “Estamos descubriendo con mayor frecuencia casos de hasta 20 personas de distintas familias que viven en pisos de sólo 90 metros cuadrados”, confesó Fourrat. Algunos de estos pisos funcionan como “camas calientes”, es decir, que los que residen en ellos lo hacen por turnos en función, en la mayoría de los casos, de sus horarios laborales, de modo que hay un flujo constante de entrada y salida de las viviendas. Los inquilinos llegan a pagar hasta 150 euros al mes por una habitación en estas condiciones.

“Se está llegando a la indecencia. Muchos inmigrantes que están solos y no tienen apoyo familiar alquilan una cama en una habitación en la que hay varias camas más. No tienen ni una habitación para ellos sino que la comparten con otros”, explicó Boughaleb Mimi, portavoz de la asociación de inmigrantes marroquíes de la Comunitat Alamal.

Mimi confirmó que la crisis económica está recrudeciendo la situación de los marroquíes. “La están notando muchísimo. La mayoría trabajaban en la construcción y ahora se han quedado sin trabajo. No pueden hacer frente a los alquileres ni nada así que no les queda otra que compartir vivienda con muchas personas que están igual”, lamentó.

Tal y como comentaron desde Cáritas, “el problema del aumento del paro para los inmigrantes con y sin papeles se verá agravado porque los unos no podrán renovar sus permisos de residencia si no vuelven a conseguir un contrato laboral, mientras que para los otros es casi inviable conseguir un empleo actualmente”.

La situación tampoco es extraña para Enrique. Este ecuatoriano residente en Valencia afirma que conoce a compatriotas que se han visto obligados a compartir casa con muchas otras personas. “No hay trabajo y por tanto no hay dinero. ¿Cómo van a hacer frente a los gastos? Es algo muy triste”, explicó.

Según relató este joven sudamericano, existen pisos pequeños, de no más de dos habitaciones, en los que viven hasta ocho personas. “Se están llegando a pagar 200 euros. La gente está desesperada. Menos mal que los ecuatorianos somos acogedores y se hace lo que sea por los amigos, como acogerlos en las casas aunque en ellas ya vivan varias familias. Algunos, claro, tienen que dormir en la sala de estar”.

Por ello, Cáritas arciprestal “Santo Tomás de Villanueva” – que engloba a 12 parroquias de los barrios valencianos de Monteolivete y de la Fuente de San Luis – ha pedido “colaborar con estos colectivos para que puedan acceder a viviendas dignas” .

Entre otras iniciativas que pueden poner en marcha las personas o empresas que tengan posibilidad y quieran ayudar a estas personas, Cáritas ha propuesto la donación de pisos o su venta o alquiler a precios asequibles, así como la contratación para puestos de trabajo “que permitan pagar mejor los alquileres o hipotecas”.

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