Hacer del perímetro fronterizo una zona segura tanto para los comerciantes locales y marroquíes y demás visitantes como para los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que trabajan en los pasos de acceso es una máxima del Ejecutivo central. Por ese motivo, ayer se reunieron con el delegado del Gobierno el director general de Infraestructuras y Materiales de la Seguridad del Ministerio del Interior, Luis Luengo, y el subdirector general del mismo departamento, Saturnino Erraiz. El primero destacó «la celeridad» con la que se han efectuado las obras en el vallado tras las inundaciones del pasado otoño en las que explicó que «no se ha escatimado ningún esfuerzo que incida en el mantenimiento de la seguridad de la frontera y en la mejora de las condiciones de trabajo de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil destinados en ella».

Ambos representantes del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero comprobaron sobre el terreno el desarrollo de las obras de remodelación y refuerzo que se han llevado a cabo a lo largo del perímetro fronterizo y en el paso de Beni – Enzar. Asimismo, en su encuentro con Gregorio Escobar, abordaron algunas de las conclusiones a este respecto tras recorrer detenidamente los diez kilómetros de vallado.

Un coste de 1,5 millones

Los altos cargos ministeriales se mostraron «satisfechos por el resultado de los trabajos» valorados en un millón y medio de euros, «tanto por su ejecución, como por la rapidez» con la que se acometieron. Hay que recordar que esta actuación consistió en la reconstrucción del margen de valla que fue derribada por la riada del pasado otoño en la zona comprendida entre los sectores de Sidi Guariach y Barrio Chino, reforzándose la cimentación de la misma y la resistencia de la doble verja y la sirga tridimensional. También se procedió a reparar las puertas de los arroyos que sufrieron el arrastre de las aguas, fortaleciéndose igualmente los elementos que la componen.

Mejoras en Beni – Enzar

En cuanto al programa realizado sobre el paso de Beni – Enzar, el proyecto en sí – valorado en 270.000 euros – ha permitido adaptar los carriles de entrada y salida a Melilla a las obras de remodelación que está realizando Marruecos en su frontera para que, en el momento en que éstas finalicen, proceder a su utilización inmediata.

En este espacio se ha construido también una pérgola que resguarda de las inclemencias del tiempo tanto a los peatones como a los funcionarios de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que prestan servicio en la zona. A la vez, se ha recrecido la verja que protege el paso para evitar la posible caída de objetos lanzados desde el exterior.

Esta visita se produce en un momento especialmente delicado en lo que concierne a la situación fronteriza. De un lado, la protesta policial de la pasada semana en la que se pedía la creación de un nuevo protocolo de actuación; de otro, la reiterada petición de la Ciudad Autónoma de que la Delegación del Gobierno actué ante los continuos incidentes en la entrada a Melilla.