Medio centenar de personas practican la mendicidad con menores cada día en calles del centro

La policía advierte del incremento en los últimos meses de mendigos en Alicante

Las Provincias, M. A. G., 13-02-2009

Cada vez son más numerosos. Y aún no se notan los efectos más dramáticos de la crisis. Son los mendigos de la ciudad, en su mayoría mujeres, de origen rumano, que practican la mendicidad acompañadas de al menos un menor, cuando no son más. Cada día, según fuentes de la policía local, piden limosna a los peatones y transeúntes alicantinos una media de cincuenta personas, mujeres, con otros tantos menores en su regazo. “Ayer mismo – advertían las mismas fuentes – conté hasta ocho personas en la avenida de Maisonnave”.

Las principales avenidas de la ciudad, calles comerciales y especialmente el centro de Alicante es donde más se ejerce la mendicidad. Maisonnave, Benito Pérez Galdós, la Explanada o la estación de Autobuses son algunos de los sitios “fijos” elegidos por los “habituales” para ejercer su ocupación diaria. Aunque también acuden a los parques públicos, los mercados municipales y los barrios. “Allí – explican fuentes policiales – donde hay trasiego de gente”. Una práctica que en Alicante va acompañada en la inmensa mayoría de los casos de la presencia de algún menor, muchos de ellos bebés.

Los agentes sospechan en que un alarmante porcentaje de casos los bebés están borrachos o sedados, porque “pasan horas y horas sin moverse”. Es el “sistema portugués”. Hace unos años – entre cuatro y cinco – eran mujeres portuguesas quienes ejercían en su mayoría la mendicidad en las calles de la ciudad con sus bebés en el regazo. La ley permitía entonces separar al adulto del menor que le acompaña a quien se mandaba al Hogar Provincial.

Allí comprobaron en numerosas ocasiones que los biberones llevaban importantes cantidades de anís dulce que facilitaba las largas horas de inactividad a los pequeños. En esos casos los padres podían perder incluso hasta la patria potestad de los menores. Con esta práctica – recuerdan las mismas fuentes – las portuguesas fueron dejando paso a las rumanas que ahora “controlan” las esquinas de la ciudad.

Pero eso era antes. Ahora la ley no lo permite. Está prohibida la mendicidad, pero de los menores la ley no dice nada.

Actualmente en las calles del centro y los alrededores de la estación de autobuses y mercados municipales se dan cita cada día unas cincuenta mujeres con sus pequeños para pedir limosnas. Aunque en los últimos meses, fuente policiales reconocen que se está notando un incremento de su presencia, las mismas fuentes advierten además de que en los próximos meses podría dispararse la presencia de personas, y no sólo mujeres, pidiendo limosna en las calles de ciudad.

Además de la presencia de las mujeres rumanas, las mismas fuentes señalan que hay también familias de etnia gitana que vienen hasta Alicante, procedentes de Elda y Petrer, expresamente a pedir e incluso robar al descuido. “Es una práctica frecuente – confirman – mientras la mujer pide limosna, el hombre que la acompaña y que muchas veces lleva el carro del niño roba al descuido en mercados y tiendas”.

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