Sociedad

"Mi abuelo nació en Canarias"

Canarias 7, Ángeles Arencibia . Las Palmas de Gran Canaria , 12-02-2009

«Mi abuelo nació en Canarias, no recordamos en qué año, no sabemos en qué isla…» Éste puede ser el contenido de cualquiera de la cartas que recibe la Diócesis de Canarias de descendientes de isleños en busca de pruebas para pedir la nacionalidad. Ahora con la ‘ley de nietos’ se han duplicado.

La Ley de Memoria Histórica apodada ley de nietos porque amplía la posibilidades de conseguir la nacionalidad a los nietos de exiliados y emigrantes, ha doblado la correspondencia que llega desde hace años al Obispado de Canarias con remite cubano. Una partida de bautismo puede probar el origen y hacer posible historias felices como la de Norberto Díaz, el cardiólogo cubano de origen canario que la semana pasada se convirtió en el primer beneficiado de la ley de nietos.

José Antonio Rodríguez Roca, secretario general de Pastoral de la Diócesis, centraliza la gestión de esta correspondencia como responsable del Servicio de Atención al Emigrante en Cuba. «El servicio se instituyó en 1992 en el Obispado sólo para Cuba dada la situación del país y últimamente se ha ampliado a Venezuela, Colombia y Argentina», informa.

Se trata de un servicio gratuito, con afán solidario, que tanto puede contribuir a la obtención de una partida bautismal como al envío de una medicina que no hay en el país donde reside el emigrante.

Rodríguez Roca estima que hasta la entrada en vigor de la nueva normativa la media era de diez cartas de emigrantes a la semana. Ahora llegan unas veinte, pero los contenidos no han variado. Tampoco la imprecisión de la dirección a la que se envían, ni los escasos datos que se aportan sobre la identidad y el origen del abuelo que un día salió de Canarias.

En los sobres recibidos el último mes en la Casa de la Iglesia se puede leer direcciones tan imprecisas como «Al Obispo», «Catedral de Las Palmas», «Parroquia Las Palmas», «Parroquia Gran Canaria», «Parroquia Principal», «Sr. Párroco de la Diócesis», «Obispado de la Iglesia» e incluso «Obispado de San Nicolás de Tolentino». Pero las cartas llegan. Y también las que se dirigen a las administraciones civiles,. «Envían cartas al gobierno autónomo o a inmigración y ellos nos las remiten, porque las parroquias tienen los archivos más antiguos», observa.

Detectives.

Las pocas pistas que en ocasiones ofrecen los emigrantes han llevado al Obispado a crear «toda una red» en la que tienen un papel primordial los párrocos, para resolver el mayor número de casos. «Si nos dicen una zona, como sabemos la antigüedad de cada parroquia vemos que aquélla no puede ser … y así vamos tanteando…».

La página web de la Diócesis de Canarias proporciona consejos para ayudar a los más desorientados respecto al origen del abuelo canario que ahora es vital conocer.

Cuestiones como «si su antepasado nombraba algún lugar de su tierra canaria», una comida típica o celebraba «alguna fiesta religiosa concreta que no era común» en el país a donde emigró pueden constituir una información providencial que conduzca a ¡eureka! la parroquia donde bautizaron al abuelo allá por el año de maricastaña.

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