¿La vida no vale nada?

Diario de noticias de Alava, 12-02-2009

¿La vida no vale nada?

Prepotentes , fariseos e inhumanos. Eso es lo que son quienes no estaban dispuestos a respetar el pensamiento de Eluana Englaro, tras 17 años en coma, y el de su familia, obligándoles cada día a revivir la muerte sin ser respetada su idea de vivir libre y con dignidad, o morir, que es lo que ocurrió el lunes. Quienes han bramado pidiendo que se le siguiera alimentando a la fuerza, pretendiendo condenarla a vivir sin límites, como el señor Berlusconi y parte de la jerarquía de la Iglesia católica italiana, ni siquiera han tenido el detalle de ir a visitarla a ella y su familia para mirarla y sentir las sobrecogedoras huellas de la enfermedad. No han sido capaces porque sabían que incumplían su propio lema dicho por el cardenal Cañizares parafraseando a Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, de poner a cada ser humano, cada persona, en el centro de nuestras atenciones.

Es difícil otorgarle credibilidad a Berlusconi para hablar de la vida, cuando a la par está pidiendo al personal médico que denuncie a las personas inmigrantes que van a las consultas, para poder expulsarlas, negándoles con ello la cobertura sanitaria y obligándoles a morir en las calles. Antes lo hizo también con los niños gitanos. Menos mal que a todo esto se rebelan la justicia, los gobiernos, las batas blancas de la medicina y sectores de la Iglesia italiana como Cáritas.

Giuseppe y toda la familia Englaro han demostrando un verdadero amor incondicional a su hija, acompañándola en el proceso de su derecho a la muerte, contra viento y marea porque tienen la razón del derecho de su parte y, sobre todo, la convicción moral. No así quienes se niegan a admitir lo evidente: el derecho a una vida y muerte digna para todos los seres humanos. Doscientos años estuvieron negando a Charles Darwin, pero la vida pone a cada cual en su sitio.

Tere Sáez

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