Se trata de un adolescente condenado por el asesinato de Ronny Tapias que siempre se ha declarado inocente y que sólo reclama que lo «escuchen» Barcelona

Juan Felipe pesaba 120 kilos cuando ingresó en un centro de menores hace casi dos años acusado de colaborar en el asesinato del estudiante colombiano Ronny Tapias a la salida de un instituto de Barcelona el 28 de octubre de 2003. Perdió 40 kilos en este tiempo y desde el jueves está en huelga de hambre. Este joven colombiano pide únicamente que se le escuche. Se declaró inocente desde el primer día y, de hecho, sólo existió una prueba contra él, la declaración de dos testigos protegidos que aseguraron que estaba en el lugar de los hechos. El resto de acusados y condenados siempre negaron que él estuviera allí. Le impusieron ochos años de internamiento por tener conocimiento de que iban a matar a Ronny y por vigilar la salida de la víctima del colegio. El siempre declaró que en ese momento estaba en Sabadell, pero los tribunales no le han creído.

Según consta ya en el Departament de Justícia de la Generalitat, Juan Felipe García Ordoñez inició huelga de hambre el pasado día 5 y en la comunicación de esta iniciativa se hace constar que el joven, que actualmente cuenta con 22 años, «quiere ser escuchado por la opinión pública» porque «nunca ha participado en el delito» por el que fue internado. El director del centro de L’Alzina, situado en Palau – solità i Plegamans, le comunicó que se había activado «el protocolo de huelga de hambre y que diariamente se realizará un control de sus comidos y será atendido diariamente por los servicios médicos que harán un control de su peso y sus constantes vitales», según consta en un documento, al que ha tenido acceso EL MUNDO.

El caso de Juan Felipe se encuentra a la espera de un recurso presentado ante el Tribunal Constitucional. Su madre, Olga Lucia Ordóñez, asegura que no dejará de luchar. La última vez que esta mujer fue a ver a su hijo a L’Alsina, Juan Felipe le explicó que iba a iniciar una huelga de hambre. La mujer, que dice entender su decisión, ha estado siete meses en Colombia recabando apoyos institucionales. Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de este país ya se han iniciado gestiones para agilizar las deliberaciones del Constitucional, que ha denegado la puesta en libertad de Juan Felipe, pero ha aceptado «dar un trámite preferente al recurso de amparo». El Consulado Colombiano en Barcelona también está realizando gestiones en favor de la puesta en libertad.

Además, Olga ha escrito al Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, que le ha respondido informándole de que «se ha iniciado el estudio del asunto». Olga se queja de que el Constitucional lleve casi dos años ya para resolver el recurso y cuenta que desde el centro de menores ya le han informado de que intentarán que no ingrese en una prisión «porque su conducta no es de delincuente».

En noviembre del año 2006, la Audiencia de Barcelona confirmó la condena de ocho años de internamiento impuesta a Juan Felipe y a dos chicos más de origen colombiano. Además, fueron condenados tres mayores de edad de la misma nacionalidad a penas de 17 años de cárcel. La Justicia estimó probado que estos tres jóvenes y los dos menores formaban parte de las bandas Ñetas y Rancutas y agredieron mortalmente a Ronny al confundirlo con un miembro de los Latin Kings del que se querían vengar. De Juan Felipe sólo se dijo que estuvo en el lugar de los hechos. El lo niega y, por eso, ha decidido iniciar una huelga de hambre.