Se buscan médicos, enterradores y estadísticos fuera de España, pero ya no hay ofertas para el sector servicios ni para la construcción. El Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC) ha reducido más del 75% las profesiones del Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura, un documento que recoge los empleos que los empresarios no pueden cubrir con el mercado laboral local y que facilita las contrataciones en origen, puesto que estos contratos para esos profesionales no deben pasar por el servicio público de trabajo. En el catálogo del primer trimestre del año pasado constaban 103 ocupaciones sin suficiente demanda. Hoy sólo hay 25.

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ya advirtió de que el Gobierno central recotaría las contrataciones en origen por la recesión. No sólo lo ha hecho con los contingentes, sino que la medida se ha trasladado a los catálogos que elaboran las comunidades autónomas para luego trasladar al Instituto Nacional de Empleo.

Andalucía y Extremadura directamente no han elaborado el documento, Castilla – La Mancha sólo mantiene la oferta de pastor y las comunidades que más trabajadores demandaban, Cataluña y Madrid, lo han reducido drásticamente. El sector que más ha notado el tijeretazo es el de la construcción, que sigue destruyendo empleo. Pero también los servicios, en especial la hostelería, se han quedado apenas sin presencia en el catálogo.

El Departamento de Trabajo explica que el catálogo se elabora a partir de un diálogo trimestral entre patronales y sindicatos. Las empresas intentan incorporar el máximo de ocupaciones posibles, puesto que la contratación en origen se ahorra entonces varios trámites y sólo tiene que pasar por la subdelegación del Gobierno. Los sindicatos, en cambio, consideran que el mercado laboral catalán puede absorber la mayoría de las profesiones que escasean con cursos de formación adecuados. “Los contingentes ya han quedado muy reducidos. Una recesión no significa que todos los puestos se puedan cubrir. Parecería que sí, pero no es así. No queremos una lista inacabable, pero que tampoco se recorte de golpe. Todavía quedan oficios muy especializados que son difíciles de cubrir”, asegura Maria Alemán, responsable de Extranjería de la patronal Pimec.

El año pasado el catálogo recogía oficios como los de panadero, mecánico, camionero, limpiador, albañil, peón agrícola o cajero de supermercado. Todos han desaparecido. La lista ahora se reduce a prácticamente dos perfiles: sanitarios (faltan médicos y protésicos dentales) y trabajadores del metal. “El catálogo se ha ajustado, sobre todo por la crisis. Antes salían muchas ocupaciones que no se podían cubrir, pero creemos que los trabajadores, tanto autóctonos como inmigrantes, pueden cubrir muchas de ellas con la debida formación”, asegura la responsable de Empleo de UGT, Neus Munté.

Otro motivo de que esta lista se reduzca es que hay trabajos que antes rechazaban muchos parados y que, en cambio, hoy aceptan por el deterioro del mercado laboral. “La gente está más dispuesta. Sube el paro y hay personas que aprovechan cualquier puesto vacante de las empresas”, afirma Alemán. Munté coincide con la responsable de Pimec. “La necesidad mueve a los ciudadanos. En estas épocas todo el mundo es menos selectivo, porque la gente cree que la situación irá a peor”, señala.

UGT reclama una revisión de la metodología para que el catálogo responda a las necesidades del mercado. “La crisis nos ha permitido realizar una reflexión y ver qué debía salir publicado. No tenía sentido que incorporara oficios como el de cajero de supermercado. ¿Cómo podía ser?”, agrega Munté.