El ministro de Inmigración, Eric Besson, se dispone a legalizar a todos los sin papeles que denuncien a quienes los ayudaron a entrar ilegalmente en Francia. Hoy dará instrucciones a los prefectos para que asuman la competencia de «conceder permisos de residencia provisionales» a los inmigrantes irregulares que cooperen con la policía.

Besson ha decidido «declarar la guerra» a las mafias que «explotan la miseria humana», según declaró ayer a la emisora Europe – 1. Unas horas después, su ministerio precisó que la iniciativa se basa en una directiva europea del 2004.

Las asociaciones que defienden los derechos de los inmigrantes denuncian «una prima a la delación que no resolverá nada». Desde Francia Tierra de Asilo recuerdan que Nicolas Sarkozy tomó una medida análoga cuando era ministro del Interior con la intención de proteger a las víctimas de la prostitución. «Seis años después siguen ahí, sin papeles, menos visibles en las aceras, pero trabajando en condiciones claramente más peligrosas», señala la oenegé en un comunicado.

Besson, que en su toma de posesión el pasado 16 de enero se comprometió a respetar «escrupulosamente» los compromisos de Sarkozy, anunció la culminación de «una vasta operación de desmantelamiento» de una red china dedicada al tráfico ilegal de inmigrantes, con la detención de once personas. El ministro tiene como objetivo para este año la expulsión de 27.000 irregulares, «la cifra que me ha dado el presidente de la República», dijo.

La policía ha constatado estos últimos meses que Francia se ha convertido en país de tránsito de la inmigración ilegal, que tiene como destino final Gran Bretaña y los países nórdicos. Besson se ha comprometido a resolver antes del 1 de mayo los problemas del Paso de Calais y a hacer una frontera marítima «estanca» para los sin papeles.