El Reino Unido está viviendo una situación extrema. Miles de trabajadores de grandes empresas energéticas han sido en los últimos días los protagonistas de las que ya se conocen como huelgas xenófobas. Exigen la contratación en varias plantas industriales de fuerza laboral británica y no extranjera. Lo han conseguido. Hoy votarán volver al trabajo tras lograr el compromiso de que el 50% de los contratos de nueva creación serán para trabajadores autóctonos.

La historia demuestra que en situaciones extremas hasta las poblaciones más ilustradas son protagonistas de actos injustificados por xenófobos. Pero que a nadie se le olvide que esta crisis, que se inició con las ya conocidas como hipotecas basura, tiene entre sus máximos responsables la avaricia de algunos banqueros y la total incompetencia de la clase dirigente.