La xenofobia prende en la obra

CC OO teme un «estallido social» contra portugueses que cobran «6 euros por hora»

El Correo, LUIS LÓPEZ, 05-02-2009

En el País Vasco hay 12.602 obreros de la construcción en paro. Algunos de ellos, asfixiados por la angustia, van a las pocas obras que mantienen su actividad y se encaran con los trabajadores extranjeros cuyos exiguos sueldos les hacen más ‘competitivos’ que los autóctonos. «A veces no nos dejan trabajar o amenazan con llamar a la Policía si estamos en el tajo un puente o festivo… ¿Qué culpa tenemos nosotros?». Lo dice uno de esos obreros con acento portugués, el acento que más se escucha entre andamios.

Hace ya meses que CC OO advirtió del impacto que tiene en Euskadi la irrupción de empresas transnacionales, sobre todo portuguesas. No es nada ilegal. En el país vecino firman contratos con ciudadanos lusos que luego son trasladados a España, donde se les ofrece alojamiento y comida. El problema es que, según asegura Iñaki Merino, responsable de construcción de la central, trabajan por «seis o siete euros la hora, menos de la mitad de lo que marca el convenio de aquí» y en jornadas laborales de «más de doce horas». Y eso «sí es ilegal».

Los constructores vizcaínos agrupados en Ascovi saben que eso ocurre y también se lamentan por la «competencia desleal» que la situación supone para empresas locales. Pero también reconocen que, teniendo los papeles en regla y demostrando que cotizan a la Seguridad Social portuguesa, poco se puede hacer desde aquí: «no puede inspeccionarse el hecho de que coticen cantidades muy inferiores».

Pese a todo, a los obreros lusos les sale mejor venirse que quedarse en su país. Hasta el punto de que, según CC OO, más de la mitad de la mano de obra en el sector es portuguesa. Según sus estimaciones, en Euskadi hay más de 3.000 obreros procedentes del país vecino.

«Antes no se notaba tanto, había trabajo para todos. Pero ahora…». Dice Merino que con el panorama actual se está creando «una sensación de que el culpable es el portugués, cuando en realidad es una víctima más». Asegura que en ciertas obras ya ha habido «puñetazos» y que incluso un grupo de incontrolados estuvo a punto de volcar en Bilbao una furgoneta que transportaba a obreros foráneos al tajo. «Tememos un estallido social». Por eso, la central se plantea convocar paros en los tres territorios. Sobre todo, para condenar que buena parte de las obras en las que se emplean lusos son de las administraciones.

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