LA DETENCION en distintos puntos del país de 25 rumanos que formaban una red especializada en robos con violencia revela hasta qué punto España se ha convertido en un paraíso para mafias extranjeras.Es la enésima banda que cae, si bien, ésta empleaba técnicas militares y disponía de material más sofisticado que lo habitual.Al mismo tiempo que se conocía esta operación policial, las autoridades colombianas advertían que Madrid ya es el centro de operaciones de algunos de los grupos más peligrosos de su país. La presencia creciente de sicarios es elocuente. La sociedad española está alarmada y hay un riesgo real de que la crisis dispare los problemas de inseguridad ciudadana. El Gobierno debería tomarse en serio esta amenaza, que podría encender una mecha tan peligrosa como la del racismo.