La policía ha desarticulado una banda de 25 ladrones, todos rumanos, que actuaba en sus robos como una estructura militarizada, dividida en comandos de asalto, grupos de información y equipos de huida y que incluso disponían de un manitas para abrir cajas fuertes. El grupo solía obtener la información para entrar en chalés y saber qué tenían que robar por compatriotas que habían hecho en ellos obras de reforma o pertenecían al servicio doméstico, según aseguró ayer la policía.

La banda, que se sepa, ha perpetrado atracos en Bilbao, Santander, Logroño, Asturias, Zamora, Madrid, Toledo, Valencia, Alicante, Baleares y Cáceres. El grupo estaba jerarquizado y actuaba bajo una férrea disciplina. Para sus actuaciones solía dividirse en tres ramas o comandos. Tras obtener la información para el robo, un grupo lo perpetraba y otro vigilaba el perímetro para advertir de una posible presencia policial y mantenía abierta las rutas de escape. El comando asaltante disponía de inhibidores de frecuencia para inutilizar las alarmas así como de equipos de ultrasonidos para aturdir y ahuyentar a los perros de vigilancia.

Han robado desde tiendas de perfumería (sobre todo en Madrid), hasta chalés de zonas residenciales de lujo (fundamentalmente en la Comunidad Valenciana), pasando por viviendas de extranjeros que se encontraban deshabitadas (especialmente en zonas rurales de las islas Baleares). Para mayor ganancia, se habían especializado en robos de encargo, es decir, de mercancías previamente seleccionadas y pagadas con antelación por el receptador. Casi siempre objetos de lujo.