Chabolismo junto al Madrid de los Austrias

ABC, MARÍA ISABEL SERRANO | MADRID, 04-02-2009

«Llevo un año esperando los papeles de asilo político. Ahora aguanto en este lugar tan mísero porque quiero encontrar a mi hijo. La mujer con la que vivía está a punto de parir pero se fue hace una semana. Temo que abandone al niño». Ahmed Feidat, 28 años, es del Sahara occidental y una de las once personas que, ahora mismo, malviven en un núcleo chabolista en el corazón del Madrid de los Austrias.

Para ver con toda su crueldad las infraviviendas hay que situarse en la ladera de uno de los jardines que bajan de las Vistillas. Ahí, justo en la confluencia entre la Ronda de Segovia y la calle de Segovia, a tiro de piedra de la catedral de La Almudena, el Palacio Real y San Francisco el Grande, existe una parcela de unos mil metros cuadrados donde las ratas, la inmundicia y la basura son, prácticamente, el único decorado.

Ahmed da la cara. Los demás, se esconden. Todos, por lo visto, son saharauis a la espera de una regularización un tanto complicada. Se dicen refugiados políticos. Ahora son ellos los que ocupan las seis o siete chabolas. El techo, de madera; las paredes, de plástico. El wáter, al aire libre.

La propiedad, del Arzobispado

«No estamos mal. Tenemos de todo. Cobijo, agua, luz… La policía nos deja porque no somos ni borrachos, ni ladrones ni drogadictos. Trabajamos en lo que podemos. Yo pinto. Otros vigilan obras por 300 euros al mes pero ya no hay trabajo», dice Ahmed cuyo principal objetivo, hoy, es dar con el paradero de una mujer, Rosa María, nacida hace 31 años, que salía de cuentas uno de estos días.

Todo el grupo de saharahuis que habitan en este núcleo chabolista – vertedero se mosqueó ayer con tanta cámara y tanto micrófono. El portavoz socialista del Ayuntamiento de Madrid, David Lucas, quiso enseñar el asentamiento. «No es el único en la ciudad de Madrid. Los hay también más cerca de las Vistillas, junto a la Muralla árabe y cerca del cuartel de Conde Duque», explicó el edil quien, según sus cálculos, en Madrid hay entre 3.000 y 4.000 «sin techo».

Lucas aseguró que la parcela es propiedad del Arzobispado de Madrid y que forma parte del Plan de Actuación de San Francisco el Grande, sin aprobar definitivamente. «Lleva así muchos años. Son personas viviendo en un vertedero. Si la propiedad no acaba con esto debería hacerlo el Ayuntamiento, en acción sustitutoria».

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