El cayuco en el que murieron tres personas llevaba más de una semana en el mar

ABC, R. C. | SANTA CRUZ, 04-02-2009

Dos cayucos, 136 personas y tres muertos. Es el frío balance que ofrecen las últimas horas del azote de la inmigración clandestina desde África hacia Canarias, que se cobró en las últimas horas del lunes tres nuevas vidas. Además, a última hora de ayer llegaba un segundo cayuco a la isla de La Gomera, interceptado en momentos en que casi estaba llegando por sus propios medios al muelle de Playa Santiago.

En él viajaba un total de 62 personas, diez de ellas posibles menores de edad, de las que se averiguará si les corresponde pasar a un centro para niños extranjeros. La barcaza llegó tras ser interceptada a una milla de la Isla Colombina por la Guardia Civil, según apuntaron desde la Delegación del Gobierno en Canarias, que agregaron que el estado de salud de los inmigrantes era aparentemente bueno.

Se estima que este cayuco partió de Nuadibú, en la costa de Mauritania, según el propio testimonio de sus ocupantes. La piragua era de color blanco con una franja verde, medía unos 16 metros de eslora, 2,5 metros de manga y dos metros de calado.

A los inmigrantes les esperaban a pie del muelle de Playa Santiago el personal de la Cruz Roja Española, que les prestó los primeros auxilios, así como efectivos de la Guardia Civil, que los trasladó hasta el centro de acogida de extranjeros de El Camello, en las afueras de San Sebastián de La Gomera.

Sin comida

Por otra parte, se supo que los ocupantes del cayuco que fue divisado en las últimas horas del lunes al sur de Gran Canaria llevaban varios días sin comer, ya que sólo habían hecho acopio de alimentos para cuatro días y hacía al menos una semana que navegaban hacia Canarias.

En concreto, se estima que al menos ocho días eran los que les separaban del momento en que salieron del litoral occidental africano. Fue cuando se encontraban a 60 millas náuticas (unos 111 kilómetros) de la costa grancanaria cuando un avión del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) salió a su encuentro, mientras que un buque de Salvamento Marítimo acudía al lugar para recoger a sus ocupantes. En el primer contacto se comprobó el fallecimiento de tres de los inmigrantes, posiblemente por deshidratación.

Según los propios «sin papeles», preveían un viaje de no más de cuatro días, por lo que habían ajustado a ese plazo las reservas de comida y bebida. Sin embargo, el mal tiempo o problemas en el motor, según apuntaron algunos de ellos a sus rescatadores, pudieron ralentizar la travesía.

Los integrantes de la embarcación, un total de 77 personas, son varones y de origen subsahariano. Dos de ellos necesitaron traslado a un hospital.

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