CONVULSION EN ORIENTE PROXIMO / Elecciones israelíes

La ultraderecha más radical cobra fuerza en Israel

El Mundo, JAVIER ESPINOSA. Enviado especial, 04-02-2009

La guerra en Gaza ha favorecido a la formación del extremista Lieberman Jerusalén


El partido ultraderechista Israel, Nuestra Casa que comanda el radical Avigdor Lieberman podría convertirse en el fenómeno de las elecciones israelíes, según indican todos los sondeos. Las encuestas publicadas a menos de una semana de los comicios apuntan a una rotunda victoria del Likud de Benjamín Netanyahu, de filiación también ultranacionalista, pero registran un ascenso espectacular de la formación de Lieberman, que podría terminar siendo la tercera fuerza política del país por delante del Laborismo. Ayer, esta última agrupación alertó sobre esta circunstancia y definió a Lieberman como «un fascista que amenaza la democracia israelí».


La proyección creciente de Lieberman, un inmigrante ruso de 50 años, y el discurso cada vez más intransigente de Netanyahu confirman la progresiva radicalización de la sociedad israelí y el efecto boomerang que parece estar teniendo la última ofensiva de Gaza sobre el Laborismo que dirige Ehud Barak, actual ministro de Defensa, y el principal partido del Gobierno, Kadima, que lidera la titular de Exteriores, Tzipi Livni.


«Antes de la ofensiva de Gaza, [Lieberman] obtenía unos 12 escaños [ahora se le otorgan hasta 18], pero vino la guerra y sus consecuencias», ha dicho Zeev Khamin, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Bar Ilan.


El cese el fuego de Gaza establecido el 18 de enero es cada día más precario y se volvió a quebrar ayer con el disparo de un cohete contra la ciudad israelí de Ashkelon, que no dejó víctimas pero impactó en pleno centro de la villa sureña. Horas más tarde, la aviación israelí bombardeó Rafah, en la frontera con Egipto, y una base de activistas en Jan Yunis, sin que tampoco nadie resultara alcanzado.


Rápidamente, Netanyahu se personó en Ashkelon y repitió el mensaje que mantiene desde que acabó la guerra en Gaza. «Hay que derribar el poder de Hamas en Gaza para acabar con la amenaza que representan los cohetes para Ashkelon y el sur del país», dijo, aludiendo a la necesidad de reactivar la ofensiva del Ejército israelí contra el territorio palestino.


La posible continuación de la devastadora acometida contra Gaza se ha convertido en el eje central de la campaña electoral, eclipsando cualquier otro asunto. La misma Tzipi Livni apuntó ayer que Israel debería recurrir a «un montón de fuerza» para que Hamas «captara el mensaje».


Barak reconoció que los últimos disparos de proyectiles desde Gaza no parecen estar organizados por las milicias de Hamas, sino por otros grupos armados. Pero añadió: «Hamas está interesado en la calma, pero los ataques [con misiles] son un hecho y no podemos ignorarlos».


Sin embargo, Israel no parece decidido a lanzar un nuevo asalto en territorio palestino, porque ello pondría fin a las negociaciones que Hamas mantiene en Egipto, y en las que los islamistas han propuesto una tregua de un año.


Problemas para la mediación


La cada vez más probable presencia de Israel, Nuestra Casa en una alianza gubernamental ultranacionalista bajo la jefatura de Netanyahu amenaza con complicar los esfuerzos en favor de un acuerdo de paz que promueve el presidente de EEUU, Barak Obama.Tanto Lieberman como Netanyahu se oponen a una retirada de Cisjordania.Washington anunció el regreso a la región de su enviado especial, George Mitchell, que reconoció que la situación en Oriente Próximo es «compleja y difícil» pero prometió «establecer una presencia regular» en la zona.

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