Me he quedado de piedra al leer que el presidente del Colegio de Odontólogos murcianos ha denunciado a un dentista colegiado no intruso porque cobraba a los inmigrantes sólo 20 euros por un empaste.

Al principio, pensé que igual estaba leyendo un periódico del día 28 de diciembre, pero no, era del día 20 de enero. La verdad que es un colectivo, creo que con alguna excepción, de avaros que se aprovechan del dolor de los enfermos para cobrar lo que les da la gana.

En el último año he necesitado de los servicios del dentista, tres diferentes, un empaste de uno de ellos 60 euros, los otros dos 80 euros; para mí, eso es avaricia,

No hay palabras para definirlo, y en sus salas de espera había 6 ó 7 personas esperando, es decir, que con el dolor de los demás, ganan mucho dinero.

El presidente de este gremio comentaba que un dentista humano discriminaba porque cobraba 20 euros. Yo quizá un poco ingenuo, me pregunto sobre esta persona con su formación humana como médico. Dónde está su sentido de la libertad de los demás, de los que ganan 50 euros al día cogiendo limones, de los hijos de las viudas pobres, que también se les estropean los dientes.

Yo, desde aquí, felicito al dentista que cobrando 20 euros por empaste puede vivir, y seguro que bien.