DE SANGONERA

Un marroquí: Imputado por tráfico de drogas (se le incautó 920 kilos de hachís), valorados en 1,2 millones de euros. El fiscal pidió 4 años y 6 meses de prisión y multa de 5 millones de euros.

Siete rumanos: Acusados de dos delitos de robo con violencia a las personas, dos faltas de lesiones y un delito de receptación. Por los delitos de robo el fiscal pidió 4 años y 8 años, respectivamente, y por el de receptación, 1 año y 6 meses.

Tres italianos: Acusados de un delito de prostitución y de un delito contra el derecho de los trabajadores. Se pidió una condena para ellos de 4 años y 6 meses de prisión.

Un rumano, un suizo, un marroquí y ocho españoles: Acusados de tráfico de drogas. Se les incautó 2,6 toneladas de hachís por un valor de 1.434 euros por kilo. El fiscal pidió 4 años y 6 meses de cárcel para ellos, y una multa de 11 millones.

EN LIBERTAD

Un marroquí: Imputado por tráfico de drogas. El fiscal pidió 4 años y 6 meses de prisión.

Tres españoles: Imputados por tráfico de drogas. Se pidió una pena de 4 años y 6 meses de prisión.

El Juzgado de lo Penal número 1 aparecía ayer mañana prácticamente tomado por efectivos de la Guardia Civil. Los aparcamientos de la calle estaban reservados desde bien temprano, para lo que se aventuraría más tarde: la llegada de media docena de coches patrulla y cuatro grandes furgones con 22 presos preventivos en su interior que fueron trasladados en presencia del juez desde la cárcel de Sangonera.

El limitado espacio del depósito carcelario del Juzgado de lo Penal provocó que dos de los furgones, con más de una docena de reos en su interior, tuviesen que ser trasladados hasta la cárcel municipal, en espera de que les llamase el juez. Así comenzó un ir y venir de presos durante toda la mañana, hasta que finalmente el último compareció ante el juez.

El operativo, sin precedentes, dado el número de detenidos que fueron trasladados desde la cárcel de Sangonera, incluyó un gran número de efectivos que montaron guardia a las puertas de los juzgados y del depósito carcelario. Los detenidos fueron dos marroquíes, ocho rumanos, tres italianos, un suizo y ocho españoles.

Los delitos que se les imputaban eran variados, desde tráfico de drogas con cantidades que iban a partir de los 920 kilos, por un valor de 1,2 millones de euros, hasta robo con violencia a las personas, faltas de lesiones, receptación y prostitución. En cuanto a las penas, el fiscal pidió cuatro años y seis meses de prisión para los delitos menos graves y multas que llegaban, para algunos, hasta los 11 millones de euros.

La vista pretendía informar a los detenidos de las penas que solicitaba la Fiscalía por los delitos de los que se les acusaba. La mayoría de ellos, optó por conformarse con la pena, de lo contrario, se fija una fecha para la celebración de juicio con presencia de testigos entre los que se encuentran, en el caso de los delitos de tráfico de drogas, agentes de la Guardia Civil.

A los juzgados también acudieron numerosos familiares de los detenidos que apenas pudieron cruzar unas palabras cuando eran conducidos desde los furgones o vehículos policiales al depósito carcelario.

En ambulancia

Uno de los detenidos fue conducido hasta los juzgados en una ambulancia por encontrarse mermado de salud y no poder ser trasladado en los furgones de la Guardia Civil. En la jornada de ayer, desfilaron por el Juzgado de lo Penal número 1 casi una treintena de imputados, en lo que calificaron algunos funcionarios como una «maratoniana mañana» en la que no hubo ni un minuto de descanso. Algunos lorquinos se mostraron sorprendidos por el despliegue policial que recorrió varias céntricas calles que llevan hasta los juzgados. La caravana de vehículos de la Guardia Civil causó expectación a su paso por la, en ese momento, concurrida Plaza de España.