Bilbao. La Diputación apoyará la labor que desarrollan los centros de formación profesional existentes en las zonas rurales del sur de Marruecos dentro del programa que ha puesto en marcha para reducir la inmigración ilegal de menores. Aunque en un principio se barajó la posibilidad de crear un centro, tras una visita al país el equipo de trabajo multidisciplinar opina que es más adecuada seguir esta línea a la hora de ofrecer a los niños y jóvenes marroquíes una oportunidad de futuro en su propio país.

El director de Igualdad de la Diputación, Iñigo Iturrate, informó ayer a la Comisión Institucional de las Juntas Generales del viaje que realizaron el pasado mes de junio a las provincias rurales de Rachidia y Ouarzazate en una primera toma de contacto para desarrollar el proyecto. En él participan dos departamentos de la Diputación, el del Gabinete del Diputado General a través de la dirección de Igualdad, y el de Acción Social, además de la Asociación de Inmigrantes Marroquíes en Euskadi Azraf, el comité del País Vasco de Unicef y el centro de Formación Profesional Somorrostro. A partir de ahora, además, participará una consultoría especializada en proyecto de cooperación al desarrollo que elaborará la propuesta de intervención.

La delegación visitó tanto Rabat como las capitales de Rachidia y Ouarzazate entre el 15 y el 19 de junio, y se reunió con representantes de los ministerios de Empleo, Educación, Artesanía o Juventud, y visitaron algunos centros de formación profesional en estas provincias.

De esa visita, explicó Iñigo Iturrate, el equipo de trabajo ha comprobado que existe una “sensibilización” de las autoridades tanto estatales como locales con la educación, “pero también es verdad que hay una falta de recursos por la elevada cantidad de población joven en edad escolar, por los índices de pobreza… A pesar de que existe voluntad hay una evidente falta de medios para que las administraciones puedan atender esa realidad”. También han comprobado que existen centros, “de calidad importante, no sólo de formación profesional, también de formación ocupacional”, por lo que las líneas de trabajo que ahora barajan pasan por reforzar esas iniciativas, sin descartar inversiones en infraestructuras. Por ejemplo, estableciendo un cauce de colaboración con el centro de Somorrostro, con la posibilidad de que los jóvenes marroquíes puedan realizar prácticas aquí.

En cualquier casos, el programa de intervención se encuentra todavía sin elaborar, se hará próximamente, y queda pendiente también una segunda visita a Marruecos para entrevistarse con líderes locales, profesorado y familias, para efectuar un diagnóstico de la realidad en las comunas rurales del sur de Rachidia.

El OVGB afianzará sus objetivos

El Observatorio de la Violencia de Género en Bizkaia ha cumplido sus primeros cuatro años de vida y el balance es positivo. En este cuatrienio 2004 – 2008 ha desarrollado su función de forma “satisfactoria”, según valoró ayer el diputado de Acción Social, Juan Mari Aburto, y se trabaja ya en el plan de trabajo hasta 2009. Aunque todavía no se han perfilado las líneas de actuación, Aburto apostó por “afianzar los objetivos actuales” antes de emprender nuevos retos. Con el objetivo el seguimiento de las situaciones de violencia de género y de las políticas institucionales puestas en marcha dentro del Territorio Histórico de Bizkaia, el Observatorio ha realizado un detallado análisis de los recursos existentes, tanto a nivel de acogida como de asesoramiento jurídico o psicológico, que se ofrecen desde la administración foral como las instituciones locales. Además, se trabaja también en un borrador de recomendaciones y propuestas de mejora para las administraciones, “de forma que podamos articular de la mejor forma posible medidas que contribuyan a terminar con esta gravísima lacra social”, finalizó el diputado de Acción Social. >A. Atxutegi