¡VAYA HUMOS!

Prostitución extranjera más barata

El Mundo, Juan C. Laviana, 29-01-2009

La prostitución en Madrid está dejando de ser un negocio copado por las extranjeras. Como recoge este periódico, son cada vez más las españolas que están teniendo que volver a la calle. Estaba cantado que la crisis iba a propiciar este fenómeno. Es la ley de la oferta y de la demanda. La mayoría de los «clientes» recorta sus gastos. Mucha oferta y poca demanda. Como siempre, tienen que bajar los precios las más desfavorecidas. Las mujeres de raza negra, cada vez menos solicitadas, están cobrando hasta cinco euros, lo que ya da lugar a auténticas tragedias.


Los más pudientes, los que utilizan los servicios de las llamadas escorts, se decantan más por las españolas, pese a que su precio es el más caro del mercado. ¿Verdad que es asqueroso el capitalismo? Y mucho más cuando con lo que se comercia es con carne humana.Lleva mucho tiempo sucediendo ahí abajo, en la puerta de casa.Hace apenas un año, los más xenófobos protestaban porque los extranjeros «nos» iban a quitar nuestros trabajos. Aquí tenemos la prueba de que no es tan así. A la hora de la verdad, son más los extranjeros que acaban en la calle y los españoles los que se quedan con el trabajo, si es que aún queda.


Seguro que se han fijado. De nuevo vuelve a haber guardias de seguridad, empleadas del hogar, camareros y prostitutas españoles.En mi barrio acaban de inaugurar unos nativos de aquí un mínimo supermercado de barrio, de esos que alardean de abrir todos los días de nueve a nueve, pero que cuando vas a las nueve menos cuarto te echan con cajas destempladas al grito de que están haciendo caja y está cerrado. ¿Dónde ir? Al chino. El chino nunca cierra. En eso sí que nos ganan. Llevamos tantos años de estado de bienestar que nos cuesta mover el culo. Un hostelero de los que ha notado el aumento de españoles en el sector contaba el otro día a un amigo que los nacionales, con perdón, recalaban en la hostelería por ser ex presidiarios, drogadictos o separados que no quieren pagar a su mujer. Ya lo dice la delegada: «con la crisis aumentarán los delitos». No ha querido decir más «para no dar pistas a los malos». Tal cual.

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