Madrid

La mala vida a la española. Fue en los años 50, cuando una pequeña parte de los españoles emigrados a Latinoamérica tras la Guerra Civil descartó trabajar honradamente y medró gracias al crimen organizado y a los negocios ilegales. Ellos son, junto con los bajos fondos del convulso Brasil de los años 50, los protagonistas de Los números del elefante, primera novela del guionista de televisión Jorge Díaz.

El relato cuenta la historia de Bernardo, un gallego aparentemente condenado a malvivir en su tierra natal, cuya vida cambia cuando entra en la Marina. Corre 1954 y en el horizonte aparece la ciudad prometida de Río de Janeiro. Allí, un delito casual, un reencuentro con un viejo amigo que vive del crimen y algún sueño de futuro mejor le atarán a una vida clandestina y a la mafia gallega que controla en parte el jogo do bicho, una lotería ilegal que apasiona a los brasileños. En ella, los jugadores apuestan a números que corresponden a diferentes animales según cómo interpreten sus sueños.

«Si sueñas con la muerte, tienes que apostar con los números del elefante», comentó Díaz durante la presentación de Los números del elefante (Planeta). Pero no sólo hay sueños en su novela: también hay ascensos y fracasos sociales, una trama política real y mucho malvivir.

«La prostitución sobre todo, más aún que el jogo do bicho, estaba en manos de españoles», explica el autor. Algunos españoles, eso sí: en realidad, un porcentaje muy pequeño de los inmigrantes se dio a la delincuencia. La mayoría se dedicó a la hostelería, a la construcción y a la chatarra.

Díaz pasó un año en Brasil, documentándose con periódicos de la época, ensayos y hasta conversando con un bicheiro (cobrador clandestino del jogo). Durante su estancia, el autor también comprendió la diferencia entre «la delincuencia romántica de esos años dorados» y la actual, la de la era Ivo. «Lo que antes era naturaleza, ahora está construido», sentencia el autor.

y6!Kate Winslet ganó el premio del sindicato de actores SAG a la mejor actriz secundaria del año por su papel en la película The reader (El lector), al que también optaba Penélope Cruz.Meryl Streep obtuvo el galardón a la mejor actriz y Sean Penn, el premio al mejor intérprete masculino gracias a Mi nombre es Harvey Milk.