Tribunales. Uno de los imputados admite que iban armados por temor a represalias Uno de los presuntos Latin King acusados del asesinato de un joven dominicano en 2005 en Madrid admitió ayer que fue con otros chicos armados al lugar donde ocurrieron los hechos por temor a represalias, pero que no participó en la agresión. El juicio por la muerte de Jimmy Junior Ureña arrancó ayer en la Audiencia Provincial con 12 personas sentadas en el banquillo; uno de los imputados, Robert Antonio V.D., ha sido declarado en rebeldía por estar en paradero desconocido.

Los 13 imputados por la muerte del joven dominicano son ecuatorianos y presuntos miembros de la banda de los Latin King. El 4 de noviembre de 2005, según las conclusiones provisionales de la Fiscalía, «proyectaron y cumplieron el ataque» a un grupo de la banda rival, los Ñetas, tras asistir una reunión de Latin King.

En su declaración, Fernando Giovanny T.Y., militar de profesión, explicó que tras ir a «un curso de peluquería» con su madre, presenció la reunión en la que presuntamente se planeó la agresión.