EL PERIÓDICO
BARCELONA

A finales del pasado mes de septiembre, Montjuïc quedó fuera de control con la aparición de los Boixos Nois, el grupo de aficionados radicales del Barça, que lanzaron seis bengalas a los seguidores del Espanyol ubicados debajo suyo. Seis bengalas, cinco detenidos, 12 heridos leves y el pánico apoderándose del derbi liguero. Ahora, en el derbi de la Copa, el Espanyol se coordinó con los Mossos d’Esquadra, en una reunión a la que también asistió el Barça, para intensificar las medidas de seguridad en un partido “de alto riesgo”. Se aumentarán los controles y registros, además de establecerse un segundo cordón alrededor del estadio. Pero la policía duda de que los boixos suban hoy a Montjuïc.
En la Liga, una cadena de fallos permitió que los boixos introdujeran y lanzaran esas bengalas. En la Copa, el Espanyol ha hecho uso, por vez primera, del derecho de admisión y solo ha vendido localidades a sus socios -tres por carnet-, aunque los radicales anunciaron el lunes en su página web oficial que tenían más de 200 entradas. Esa información circuló rápidamente por los foros españolistas. La directiva blanquiazul considera “imposible” que hayan reunido tantas localidades e instan a los socios a subir a Montjuïc con mucha antelación “ya que se harán controles exhaustivos”. Los Mossos son escépticos ante el anuncio de los Boixos Nois y sospechan que se trata de “una provocación”.

“QUE LA GENTE SE COMPORTE”
Pero en los días previos al derbi de septiembre los boixos ya habían advertido de que iban a “despedir Montjuïc como se merece”. Entonces, nadie reparó en esa amenaza de los radicales. Luego, los responsables policiales de los Mossos defendieron su actuación asegurando que los tuvieron vigilados durante una hora, pero que decidieron no actuar para evitar una avalancha en la grada.
Es difícil que hoy se repita la escena. Mientras tanto, los protagonistas del derbi suplican para ver un buen ambiente en la grada. “Espero que no vuelva a repetirse lo del último partido, hay que tomar todas las medidas posibles”, pidió Pep Guardiola, el entrenador del Barça. “Que la gente se comporte como debe, no solo en Montjuïc sino en cualquier campo del mundo y en la vida en general”, añadió el técnico.

ENTRADAS BLOQUEADAS
Así será difícil ver banderas azulgranas en las gradas. Además, el Barça ha bloqueado las 150 invitaciones de intercambios que se reciben habitualmente del equipo visitante, según explicó ayer el responsable de seguridad azulgrana, Xavier Martorell. “El club no tiene ninguna entrada. Las entradas que normalmente se entregan, están retenidas y no se han distribuido”, argumentó.